Un equipo sin recursos. Un plan de juego que apenas resultó 45 minutos. Un entrenador que no supo interrumpir el crecimiento del juego rival durante la segunda parte. Una derrota que se volvió más que previsible con el tanto de Marcelo Larrondo y que se profundizó con la expulsión de Franco Escobar. Rendimientos pobrísimos y un desconcierto absoluto.
El uno x uno leproso
Ezequiel Unsain (4): tuvo varios errores de cálculo en el juego aéreo. Le sacó una buena a Giovani Lo Celso en un tiro libre. No tuvo responsabilidad en los goles canallas. Los palos estuvieron de su lado.
Franco Escobar (3): su expulsión terminó de inclinar la balanza a favor de Central. Hasta ese momento, había tenido un partido discreto.
Sebastián Domínguez (2): gran responsable de la derrota leprosa. Pifió feo en el primer gol y descolocó al resto de sus compañeros. Cuando Newell’s achicó hacia delante tuvo enormes problemas para controlar a Marco Ruben y Marcelo Larrondo.
Marcos Cáceres (3): pasó de jugar como volante central en San Juan a desempeñarse como stopper izquierdo. Y terminó de lateral derecho. Demasiados cambios de posición para un jugador que está lejísimos de su mejor nivel.
Luis Advíncula (4): tuvo una buena participación en los primeros 45 minutos. Después se apagó como el resto del equipo y fue reemplazado.
Fabricio Formiliano (5): siempre bien ordenado. Jugó mejor de volante que de central. Debutó en un partido más que bravo y no desentonó.
Emanuel Insúa (5): uno de los pocos que estuvo a la altura del partido. Metió, anticipó varias veces y trató de aportar en el escaso juego ofensivo del equipo.
Mauro Formica (2): lo mandaron a marcar y, lógicamente, en esa función no cumplió. Tampoco pudo hacerse de la pelota y generar juego. Dio la sensación que tampoco está en plenitud y que jugó más por el nombre que por su actualidad.
Lucas Mugni (3): una máquina de perder pelotas y de desperdiciar acciones de balón detenido. Es cierto que logró robar un par de veces, pero siempre decidió mal.
Maxi Rodríguez (2): desaparecido. No fue delantero ni volante. Ni el referente que el equipo necesitó en cancha. Prácticamente no entró en juego. Igualmente, su salida en el final del partido para que debutara el juvenil Héctor Fértoli no tiene demasiadas explicaciones.
Lucas Boyé (4,5): obligó mucho en el primer tiempo. Peleó en soledad y fue el único que generó algo de peligro. Pero en el complemento se desinfló y dejó de gravitar. No lo acompañaron nunca.
Denis Rodríguez (-): trató de darle algo de dinámica y claridad al equipo.
Ignacio Scocco (-): tuvo un par de arranques interesantes apenas ingresó, después cayó en la intrascendencia del resto.
Héctor Fértoli (-): un debut en un momento inoportuno.
El Rojinegro no supo reaccionar a tiempo
Lucas Bernardi entendió que debía plantear un partido similar al anterior Clásico. Por eso armó un sistema parecido: tres defensores, cinco volantes y dos delanteros. La propuesta no le salió tan mal en la primera parte, pero el DT nunca leyó el partido en el complemento. Y cuando se dio cuenta, ya era tarde.
El cuerpo técnico apostó por la inclusión de Mauro Formica y Lucas Mugni, quienes tuvieron demasiada predisposición defensiva y pocas intervenciones ofensivas. También se la jugó por Fabricio Formiliano como volante central y el uruguayo cumplió: fue simple y estuvo ordenado.
Pero a Newell’s le faltaron variantes ofensivas. El equipo apostó únicamente al pelotazo a Lucas Boyé y tratar de asestar un contragolpe. Tuvo algunas insinuaciones en el primer tiempo, pero le faltó precisión.
En el complemento, Bernardi decidió salir a la cancha con el mismo equipo, cuando la Lepra necesitaba el ingreso de Ignacio Scocco para que Boyé tuviera algo de compañía o que entrara Denis Rodríguez para tener la pelota en el mediocampo. Nada de esto sucedió.
Central empezó a manejar los tiempos, arrinconó a Newell’s y a los 10 minutos se puso en ventaja. Bernardi tardó otros ocho minutos para hacer el primer cambio. Y recién a los 21 puso a Scocco.
Ahí cometió otro error. Con otro delantero en cancha, rearmó la línea de cuatro en el fondo. Marcos Cáceres, que desde su llegada fue casi siempre central, pasó a jugar de lateral y Franco Escobar, al que Bernardi hizo debutar como lateral, pasó a la zaga para marcar a Marco Ruben estando amonestado. A los 10 minutos, se fue expulsado y el equipo se vino a pique.