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La leyenda de Yoyo Cavallero, la etapa final de producción de un esperado documental

"La figura de Yoyo me atrapó, es la vida de un tipo muy inteligente pero también desconcertante, con muchos aspectos para reflejar”, explica el nicoleño Jorge Noro sobre el ex entrenador de Sportivo América, que en 1993 simplemente desapareció

Es muy difícil encontrar aristas positivas en una pandemia, salir potenciado de una crisis, porque en menor o mayor medida, el desastre golpea en todas la puertas. Sin embargo, en algunos casos el tiempo de aislamiento obligado permitió reencontrarse con algunas actividades o dedicar mayor interés a algún trabajo atrasado. En el caso de Jorge Noro fue un momento para contactar gente, repasar archivo, ordenar ideas y empezar a delinear un documental que desde hace ya un tiempo está construyendo con alma de artesano: la particular vida del entrenador José María Felix Cavallero, Yoyo. En Rosario entrenó en Sportivo América.

Para algunos desconocido, para otros tan padre de la Liga Nacional como León Najudel. En esto no hay mucha grieta. Los que vivieron esa época podrán tener simpatía o no con su figura, pero destacan que Yoyo fue uno de los ideólogos del mayor invento en la historia del básquet de Argentina. Obviamente, León fue el principal impulsor y el corazón. Y más allá de alguna pelea (que la hubo) también fue amigo de Cavallero.

“El tiempo de cuarentena me permitió avanzar en el proyecto, que en realidad es parte de un proceso largo, que nació como parte de un trabajo para una maestría en periodismo documental. Me interné en el mundo del básquet y la figura de Yoyo me atrapó, es la vida de un tipo muy inteligente pero también desconcertante, con muchos aspectos para reflejar”, explica el nicoleño radicado en Buenos Aires que este viernes charlará con Olímpico de la Banda en vivo para contar más detalles del trabajo que está realizando y que tiene al equipo santiagueño y a esa ciudad como uno de los lugares clave de la historia del legendario entrenador del que de un día para otro se dejó de saber.

“Polémico, apasionado, trotamundos, bohemio, noctámbulo, desconcertante, precursor. Matices y palabras que se escuchan de la boca de gente que alguna vez estuvo alrededor de José María Félix Cavallero”, cuenta Noro en una nota que escribió el año pasado. Desapareció el 28 de febrero de 1993, a los 60 años. Dejó sus pertenencias (vestimenta, apuntes, medicación personal) en el hotel Trento, de La Banda.

“Para el documental hablé con el rosarino Armando Cisneros, quien heredó parte de los recuerdos de Yoyo, con Miguel Cortijo, con Eduardo Bazzi, con Horacio Seguí, y obviamente me nutrí de todo lo que en su momento dijeron o escribieron Osvaldo Orcasitas o el mismo León Najnudel”, cuenta Noro sobre el oriundo de Pilar, en Santa Fe.

“Cavallero fue el primer entrenador argentino en dirigir en Europa. Lo hizo en España en Mataró y de allí tomó la idea que quería para la Liga, por eso fue parte clave de ese proceso”, afirma Noro y no le falta verdad. Yoyo quería un deporte federal y por eso su trabajo en el interior fue clave. En Santiago del Estero fue parte del proyecto Alfa Omega para intentar cambiar el rumbo del básquet de la zona, y mejorar entrenadores, jugadores, preparadores físicos, árbitros, dirigentes y hasta prensa. “El documental se trata de recuperar su vida deportiva y privada y el desafío es trabajar en un terreno en el que muchas imágenes se han perdido, pero otras tienen un enorme valor”, analiza Noro, quien recuerda haber encontrado la particular historia de cuando lo obligaron a revalidar su título como entrenador en España para poder dirigir.

No fue su única experiencia en el exterior, mientras que en el país también edificó una carrera que lo llevó por muchos lugares, entre ellos Unión, Sport Cañadense y en Rosario lo hizo en Sportivo América en 1977, justo después de León Najnudel. «Llegué con Raúl Primo a Sportivo América y al irse León lo tuve a Yoyo de entrenador. Un personaje total, aprendí mucho y colaboré en la organización del torneo de clubes campeones que se hizo en Rosario. No jugué casi nada (risas) pero me llevé muchas herramientas como jugador y entrenador», cuenta el Negro Omar Arcari.

Duro de conceptos, a veces chocante pero siempre directo y sincero. Y visionario. Cuenta Noro que Marcelo De la Fuente le explicó parte de su legado: “Todos los días me pasaba a buscar por mi casa y me llevaba a entrenar a mí solo. Yo era el base y él decía que el base era la madre del equipo y que debía estar siempre bien para atender al equipo. Después insistía mucho con lo del entrenamiento invisible. Comer bien, dormir bien, no salir. Llegó a Cañada cuando sólo había existido el básquetbol regional. Decía cómo debía viajar el equipo, cuándo, qué había que comer. Hoy está todo segmentado: está el nutricionista, el jefe de equipo, etc. Siempre les hablo de él a mis jugadores”.

“Tengo la ilusión de poder terminar el documental este año y recuperar su recuerdo. Noto que mucha gente lo extraña y lo quiso mucho”, explica Noro. Se lo buscó por todas partes, se movieron contactos políticos y hasta se contrató a un detective, pero a pesar de la aparición de algunas pistas, los rastros nunca condujeron a su aparición.

Sin dudas el documental será toda una perla para los amantes del básquet de todo el país. La historia de un hombre que llevaba en el bolsillo de su camisa un peine y un cepillo de dientes, con equipaje siempre listo para partir. Un día se fue y nadie supo más de él. Quedó su leyenda y su legado.

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