“Siempre ser como soy con todos”, ésta era una de las metas que Fernando Báez Sosa se había propuesto hacer para su futuro. La misma fue escrita de puño y letra días antes de su brutal crimen en Villa Gesell.
Luego de su asesinato su novia Julieta y sus padres, Graciela Sosa y Silvino Báez, revisaron el cuarto del joven y en uno de sus cajones encontraron una lista con trece objetivos de vida para lo que sería un año más que difícil ya que iba a iniciar la Facultad.
El primero era participar de un proyecto solidario en escuelas del conurbano. Este objetivo se relaciona mucho al fin inculcado que sus padres y el colegio Marianista en Caballito le habían enseñado.
Tanto el segundo como el tercero estaban relacionados a sus amistades como afianzar su grupo de amigos y mantenerlo.
Sin lugar a dudas, cuando se dio a conocer este hallazgo, todo se tornó más doloroso porque Fernando pretendía dejar de lado la fiesta de quinto año para pasar a tener nuevas responsabilidades junto a sus afectos más cercanos.
Lista de objetivos de vida de Fernando
1) Participar del proyecto solidario “Servir”, para colaborar con escuelas del Conurbano.
2) Afianzar mi grupo de amigos y mantenerlo.
3) Siempre ser como soy con todos.
4) Madurar con mi decisión universitaria.
5) Seguir trabajando.
6) Seguir con la carrera y que me vaya bien.
7) Viajar.
8) Aprender a concentrarme más.
9) Ahorrar.
10) Dejar el celular.
11) Apagar la computadora y la tele.
12) Estudiar.
13) Participar de los viernes de caridad.
Luego de trece audiencias de testigos en el juicio oral contra los ocho rugbiers, el próximo 25 de enero comenzarán los alegatos por parte de la querella y la fiscalía, mientras que al día siguiente lo hará la defensa.
Tras la lectura de los alegatos el Tribunal decidirá qué pena les otorgará a cada uno de los acusados. Todos, al tener la misma imputación, podrían recibir prisión perpetua, pero eso puede ser diferente si los jueces modifican alguno de los cargos.
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