El tiempo no ayudó y la 11ª Marcha del Orgullo LGTB Rosario, que iba realizarse ayer por la tarde en la plaza Libertad, se trasladó por la noche a Chavela, un bar ubicado en Ayacucho y Zeballos. Contó con la participación de las artistas Susy Shock y Karen Bennet y se celebraron los avances en materia de igualdad jurídica, social y cultural para el colectivo de la diversidad sexual.
Las agrupaciones y espacios que conforman la comisión organizadora generaron este año un debate en relación a la idea de que todas las personas nacen heterosexuales. Por eso el lema fue: “Ningún pibe/a nace hetero”.
La comisión organizadora de la Marcha del Orgullo Rosario está integrada por Varones Antipatriarcales, Putos Peronistas, Mesa Trans, Mujeres Movimiento Evita, Comunidad Trans, Frente de Diversidad del Movimiento Evita, Colectivo Feminista Malasjuntas (FPDS-CN), ACIC, Chavela -espacio de encuentro y expresiones–, Pasa en las Mejores Familias, y El Refugio.
Amalia Salum forma parte de la comisión organizadora, y explicó que el objetivo es visibilizarse y seguir exigiendo sus derechos. “Reafirmamos una exigencia del año pasado: aplicar efectivamente la ley de educación sexual integral en la provincia. Todavía no hay decisión política para hacerla”, especificó.
Michelle Mendoza, del área de Diversidad del Movimiento Evita, subrayó: “Hubo cambios en la sociedad como el matrimonio igualitario, hay menos discriminación y agresión hacia los compañeros, pero pensamos que falta mucho por hacer”, resaltó Mendoza.
La militante detalló que en algunas zonas de la ciudad, como Mitre y Pasco, el parque Independencia, en Provincias Unidas y Juan José Paso, y en la Terminal de Ómnibus, van a concientizar y a brindarles herramientas para que sus compañeros defiendan sus derechos. “Tenemos una militancia activa con las que hacen trabajo sexual, hacemos prevención y acompañamos las necesidades básicas de las compañeras en la medida de nuestras posibilidades y hacemos oír sus voces. Nuestra militancia está basada en eso, y lo transmitimos al resto de la población, ya que muchos no saben de los avances que se fueron consiguiendo”, explicó.
Todas las voces, todas
Soledad tiene 19 años y es la primera vez que participa de la marcha. “Mi primo es gay y estoy cansada de ver lo mal que lo tratan, cómo discriminan a los homosexuales y lesbianas. Vine a apoyarlos para que puedan caminar tranquilos por la calle sin sentirse mal mirados”, sostuvo la joven. Andy tiene 20 años y llegó de Reconquista a Rosario para estudiar teatro. “Necesitamos pelear por nuestros derechos, esta marcha es una forma de protesta y de mostrarnos”, afirmó. “Me defino como bisexual y es el cuarto año que vengo, queremos hacernos visibles y que la gente nos acepte. Somos un movimiento y estamos a favor de la igualdad ante todo. Igualdad y visibilidad, no a la discriminación”, concluyó Dana.