Desde el jueves a la tarde que la lluvia no deja de golpear a Londres. No es fuerte, pero lo suficiente como para tener que reprogramar otra jornada de Wimbledon. El agua es habitual y también forma parte del torneo. Ahora, la sufre Juan Mónaco quien no pudo disputar su partido de tercera ronda.
Poco después de las cuatro de la tarde de esta icónica ciudad, «Pico» y el francés Kenny De Schepper salieron a la cancha para iniciar sus movimientos precompetitivos. La lluvia apareció de inmediato y los dejó esperando con el leve frío que comenzaba a interceder.
Los balls boys corrieron para tapar la cancha, lo que indicaba que el partido no iba a volver. Y así ocurrió. Mónaco deberá esperar al sábado para buscar su pase a octavos, misma jornada en la que jugará tambiénJuan Martín Del Potro.
Argentina sí tuvo representación pese a la llovizna, aunque no con buenos resultados. Horacio Zeballos yEduardo Schwank perdieron a Robert Lindstedt y Daniel Nestor, sextos preclasificados, por 6-1, 7-5 y 6-3.
Pese a la derrota, la pareja argentina tuvo momento de gran rendimiento y acumularon rodaje pensando en una posible convocatoria para viajar a República Checa en septiembre, por las semifinales de la Copa Davis.
Este viernes la lluvia causó una desorganización peor que en la víspera, porque los partidos cancelados fueron 18, dos más que en la jornada previa. Sólo los enfrentamientos de mujeres, jugados a tres sets, comenzaron, y se reanudaron aquellos que ya estaban en marcha, en los cuatro cuadros.
Algunos encuentros pudieron terminarse, y el más destacado fue el que mantuvieron el número 2 del mundo, Andy Murray, y el español Tommy Robredo. Fue victoria del escocés, con clase y un poco más costosa en el final, con un marcador de 6-2, 6-4 y 7-5.
En el inicio de la jornada, que ya amagaba con no dejar jugar en ninguna cancha más que la Central, el valenciano David Ferrer superó a su compatriota Roberto Bautista Agut por 6-3, 3-6, 7-6 (4) y 7-5, en un duelo que terminó siendo más largo de lo que el número 4 del mundo esperaba.
De esta forma, Ferrer alcanzó la tercera ronda y el sábado buscará llegar por quinta vez a los octavos, para quedar así a una ronda de repetir su mejor performance en la Catedral.
Al mismo tiempo, y antes de que la lluvia volviera a poner la pausa en el juego, Grigor Dimitrov y Grega Zemlja finalizaron su encuentro. El segundo terminó victorioso 3-6, 7-6 (4), 3-6, 6-4 y 11-9 y se ganó el derecho de enfrentar a Del Potro el sábado.
Dimitrov retomó el encuentro con su servicio, pero cuando estaba 8-9 y match point en contra (ese punto lo había ganado el esloveno tras un tropezón de su rival), el partido se demoró por el agua. Entonces, a la vuelta, el búlgaro debió servir con la desventaja, aunque logró salvar ese punto para partido y tres más.
Zemlja finalmente concretó la victoria en su quinta oportunidad y ahora enfrentará a «Delpo». «Es rápido, tiene buen revés y pega plano, algo que a mí me perjudica», había dicho el argentino tras su victoria en segunda rueda.
Con 35 años, el alemán Tommy Haas sigue disfrutando del tenis deleitando a los espectadores.También sacó boleto a tercera rueda tras vencer con mucho margen a Jimmy Wang (Taipei) por 6-3, 6-2 y 7-5.
El Court Central albergó un duelo que en la previa aparecía como explosivo y que no defraudó: Nicolás Almagro contra Jerzy Janowicz. Ganó el polaco 7-6 (6), 6-3 y 6-4 en un partido marcado por la agresividad de ambos con sus golpes. Mientras que el ganador conectó 30 aces, el español logró 18, y también tuvo mejor diferencia en winners, 59 a 32, una cantidad considerable por haberse jugador sólo tres sets.
Janowciz emerge como uno de los candidatos a llegar a semifinales en la misma zona donde Roger Federer y Rafael Nadal cayeron en forma temprana, aunque este certamen ya no entiende de lógicas.
Hace unos años que dar el golpe ante el suizo conlleva la «maldición» de perder en la siguiente instancia. El que revalidó el mito en esta edición de Wimbledon fue el ucraniano Segiy Stakhovsky, que este viernes fue derrotado 6-2, 2-6, 7-5 y 6-3 por el austríaco Jurgen Melzer.
Así las cosas, el sábado tendrá una enorme cantidad de partidos. La mayoría del público que estuvo este viernes fue convocada por Murray, esperanza de los fanáticos británicos. Debajo del agua, con paraguas, o refugiándose en cualquier techo, miles de personas llegaron a Wimbledon para disfrutar otra jornada que estuvo marcada por esa clásica llovizna londinense.