Martín Lucero (*)
En primer lugar el ejercicio del derecho a la libertad de expresión requiere que los organismos oficiales deban ser muy cautelosos al momento de mencionar a ciudadanos comunes, sin medios para defenderse de la estructura comunicacional del Estado ni de los funcionarios que la utilizan.
El ejercicio de la cancelación de las opiniones personales desde la función pública es una práctica reñida con los valores de la democracia.
Y está mal. Aunque el presidente de la Nación lo haga de manera reiterada, no es una práctica sana que las autoridades provinciales la repliquen.
Respecto del tema de la «polémica»:
¿Sacar una foto de una pantalla de la TV es ser parte de una operación?
¿Hacer un comentario en redes sobre una nota televisiva de un medio nacional en uno de los programas más vistos del país, expresada por uno de los periodistas más famosos de Argentina, es alguna forma de delito?
No. Tampoco es delito la cancelación pública de mis opiniones. Pero como viene del Estado es ética y republicanamente reprochable.
Por lo demás, solo expresaré que el comunicado de las autoridades de la Lotería a mi, como simple ciudadano de Santa Fe, no me aclara nada. Solo que en lugar de pagarle a una estrella de TV se le paga a una comercializadora de un Canal de TV que sería quien el paga a la estrella de TV en cuestión un monto de dinero que los ciudadanos de a pie no conocemos y el comunicado no nos cuenta. Quizá porque empieza por atacar y no por explicar.
Respecto de la Lotería de Santa Fe voy a expresar algo muy personal: Durante la segunda parte de los años noventa, una subagencia de NUESTRA LOTERIA fue la que nos dio de comer, cuando mi familia estuvo a punto de perderlo todo, como tantas familias argentinas.
Creo fervientemente en que las utilidades vuelven en obras y ayudan al desarrollo social. Me consta.
También, pienso, habría más utilidades si no se usara la Lotería como caja para engrosar la pauta que paga del gobierno de turno para no transparentar sus gastos en publicidad. Y que habría menos problemas si ese reparto tuviera una alguna pauta de equidad entre todos los medios.
Es posible que me equivoque, pero quizá contratar una comercializadora de un canal, moleste al resto de los canales. Es probable que utilizar otro mecanismo evite este inconveniente que ponen a la Lotería como noticia por algo que no debería serlo.
Por último, sólo remarcar que la reiteración de este tipo de acciones de comunicación contra mi persona cada vez que hay paritarias, no es sano ni bueno. Es preocupante, porque el poder del Estado deja a cualquier ciudadano que no es funcionario, en estado de indefensión.
Si las autoridades con más responsabilidad en la Provincia, lejos de frenar estas acciones, las potencian, el estado de orfandad ciudadana se potencia.
La Lotería sirve para materializar derechos. No la usemos para cercenarlos.
(*) Secretario general del Sindicato Argentino de Docentes Privados de Rosario