El Gobierno nacional autorizó aumentos de 17% promedio en energía eléctrica y de hasta 25% en el gas a partir del 1° de junio, según adelantaron este sábado fuentes oficiales. Los incrementos son en promedio para todos los clientes de la región del AMBA, e incluyen un porcentaje menor para los beneficiarios de la tarifa social.
La medida será implementada a través de una resolución de la Secretaría de Energía.
De acuerdo a la explicación el “PEST” (precio estacional de la energía) tendrá un ajuste de 26%, lo que deriva en un alza en las boleta a pagar desde julio del orden de 17% para los usuarios del AMBA.
Este aumento impacta también en los cuadro tarifarios provinciales, pero la variación será de acuerdo a los esquemas de cada jurisdicción.
Las fuentes oficiales estimaron que la tarifa social tendrá un aumento promedio de 7,7%.
En el caso del gas se estableció un incremento del PIST (Punto de Ingreso al Sistema de Transporte), entre 41,7% y 46,3%, que se traduce en alzas de entre 19 y 25% en las facturas que deberán pagar los usuarios. En este caso la tarifa social no sufrirá aumentos, de acuerdo a la explicación oficial.
Por el momento, los esquemas anunciados no contemplan la segmentación que propiciaba el secretario de Energía, Darío Martínez, y el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo.
El nuevo cuadro tarifario es del perfil impulsado por el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Martínez y Basualdo defendieron públicamente la segmentación para quitarles todos los subsidios a usuarios de capacidad económica, pero las propuestas para implementarlas nunca encontraron la viabilidad para su ejecución.
Ambos funcionarios se ausentaron adrede de las audiencias públicas, donde el Gobierno nacional expuso la propuesta que finalmente fue la anunciada esta anoche.
Los cuadro tarifarios con todos los detalles deberán ser publicados en las próximas horas por el ENRE y el ENARGAS.
Entre los considerandos de la medida, el Gobierno puso énfasis en los aumentos de los precios internacionales de la energía a partir de un incremento en la demanda por el crecimiento post pandemia y en el caso del gas por la guerra entre Rusia y Ucrania que dispararon el precio del fluido.