Más de 350 animales entre aves, tortugas y mamíferos marinos, llegan cada año a las costas argentinas afectados por la mano del hombre, la mayoría con plásticos en su interior, pero también desnutridos por la pesca indiscriminada o el cambio climático y enmallado en redes, informó la Fundación Mundo Marino.
A raíz de ello, y en especial por los plásticos, los expertos llamaron a “cambiar hábitos” ya que la basura “no llega sólo de los partidos costeros sino de las grandes ciudades”.
Esta vez el tema resurgió luego de que la semana pasada una tortuga verde fuera rescatada en la costa de San Clemente del Tuyú por un pescador artesanal, y la Fundación Mundo Marino divulgó un video que muestra que el animal defecó 13 gramos de basura, el equivalente a 26 sorbetes plásticos.
“Afortunadamente se encuentra bien, está en una pileta de recuperación donde desecha los plásticos y la podemos controlar. Ya defecó 13 gramos y sigue eliminando restos de bolsas”, contó a Télam Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y jefe de rescate de la Fundación Mundo Marino.
En promedio, de 350 a 400 animales, entre cetáceos, mamíferos marinos, aves y tortugas, llegan por año a las costas argentinas afectados por la actividad humana.
“Lo más normal es la interacción con plásticos, también hay casos con hidrocarburos. Están llegando tortugas con plásticos y también aves que quedan enredadas”, explicó Rodríguez Heredia.
Pablo Denuncio, biólogo e investigador de la Universidad Nacional de Mar del Plata y el Conicet, aseguró que “encontramos grandes evidencias de la interacción de mamíferos marinos con residuos urbanos de origen humano”.
El biólogo explicó que, en su estudio de más 12 años de los delfines franciscanos en la Bahía de Samborombón, se ven cada vez más ejemplares con plástico en sus organismos.
“Encontramos que el 90% de las corvinas rubias, que son su alimento, tenían basura en sus estómagos. Al comerse a estos peces, el delfín se queda con los plásticos, hay una transferencia directa”, aseveró Denuncio.
“Tenemos un gran problema con los microplásticos, que pueden llegar a ser tan pequeños que pueden formar parte de la estructura de los tejidos e incluso respirables”, alertó.
Según expertos de la exposición “Mares de plástico. Del problema a la solución”, de Barcelona, entre ocho y doce millones de toneladas de plástico procedentes de residuos mal gestionados a nivel mundial terminan cada año en los océanos.
De estos residuos que llegan a las aguas marinas un 15% se mueven por la superficie, otro 15% llega a las costas y el resto se deposita en el fondo del mar.
“Es un problema realmente muy grave, la basura que nosotros generamos llega al mar, y no solo de las playas sino también de las ciudades. En los ríos hay sábalos, surubíes y pejerreyes con plástico en sangre y nosotros cuando los comemos lo incorporamos”, dijo a Télam Manuel Jaramillo, director de la Fundación Vida Silvestre.
Jaramillo agregó que “según estudios a nivel global ingerimos 5 gramos de plástico por semana, que equivale a una tarjeta de crédito”.
En 2019, en la cuarta edición del Censo de Basura Costera Marina en la provincia de Buenos Aires se registró en las principales 20 localidades costeras un total de 71.848 residuos, donde el 83,2% estuvo constituido por plástico.
“Tiene que haber presupuestos mínimos para combatir esta problemática y tiene que haber una ley de responsabilidad extendida de los productores”, aseguró Jaramillo, quien agregó que “la ciudadanía tiene que reducir el consumo de plástico de un solo uso, rechazarlos para que el mercado entienda que está preocupada por esto”.
Rodríguez Heredia opinó que “es una batalla enorme que va a llevar mucho tiempo, esto se soluciona con cambio de hábitos. El actor principal son las personas, hay que entender que el ambiente se comparte con múltiples especies, no puede ser solo para usufructo propio”, concluyó.