Once personas fueron demoradas este miércoles tras nueve allanamientos realizados por la Policía de Investigaciones en busca del jefe de un grupo narcocriminal, señalado como sospechoso de una serie de balaceras y amenazas al gobernador Maximiliano Pullaro, informaron fuentes policiales.
Las requisas fueron ordenadas por el fiscal Franco Carbone, quien este miércoles imputó a tres policías por presunta complicidad con la banda que fue allanada, a la cual los acusados habrían encubierto e intentado desviar la investigación para culpar de las balaceras a un grupo antagónico.
El funcionario judicial ordenó los allanamientos en busca de un joven llamado Mauricio Ayala, sindicado como jefe de una banda criminal dedicada a la venta de drogas al menudeo en la zona del Parque Oeste, territorio que disputa con el denominado “clan Tripi”, indicaron a Télam fuentes del caso.
El jefe de este último grupo, Leonel Tripi, fue asesinado este martes por la tarde de tres disparos en ese barrio de la zona oeste de Rosario.
Luego del crimen y de la imputación a los policías que habrían operado en tándem con “Mauri” Ayala, el fiscal Carbone ordenó nueve allanamientos a domicilios relacionados a esa banda criminal, informó la fuerza de seguridad provincial.
Como resultado de las requisas, 11 personas fueron trasladadas a sede policial, mientras que se secuestraron dos camionetas, una motocicleta, teléfonos celulares, U$S 520 y $2.569.840, detalló la Policía de Investigaciones.
Sin embargo, en los allanamientos no pudo ser encontrado Ayala, sindicado como jefe del grupo, precisaron los voceros consultados.
Este hombre es sospechoso de ser quien encargó seis balaceras ocurridas entre diciembre del año pasado y enero último, en cinco de las cuales los autores dejaron notas con amenazas al gobernador Pullaro y a una brigada policial.
Para los investigadores, esos hechos buscaron generar “conmoción pública” en el marco de la disputa territorial entre grupos por la venta de estupefacientes al por menor.
En ese marco, el fiscal Carbone imputó este miércoles con prisión preventiva a tres policías por el delito de encubrimiento, al entender que recogieron las armas utilizadas en las balaceras supuestamente ordenadas por Ayala, y se las “plantaron” al chofer de Tripi, líder de la banda narco con la que disputa el comercio ilegal de drogas en la zona del Parque Oeste de Rosario.
El hombre fue imputado por la tenencia de esas armas, pero luego quedó en libertad cuando el fiscal Carbone advirtió la maniobra policial por la cual le habrían “plantado” tres pistolas usadas en los ataques intimidatorios.