Por Marcela Frencia
El 28 de mayo es el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer. Un momento para reafirmar e insistir que “La salud es un derecho humano de las mujeres”. Parece obvio, pero mientras escribo estas palabras, las mujeres en nuestro país encuentran miles de barreras para acceder a este derecho fundamental. También, es un excelente momento para volver a decir “Aborto legal ya”, “ni una muerte más por aborto clandestino”.
El 28 de mayo de 2007 la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal Seguro y Gratuito presentó por primera vez un proyecto de ley que propone legalizar y despenalizar el aborto, durante los años siguientes se realizaron 8 presentaciones más, y recién el año pasado en un histórico debate parlamentario, se abrió la discusión. Con el transcurso de los años la Campaña fue creciendo en tamaño y organización, hoy somos más de 700 organizaciones y con 14 años de historia afirmamos nuestro compromiso con una nueva presentación.
El proyecto también fue ganando fuerza, respaldo político y social y hoy es empujado por la marea verde. La redacción actual tiene sus bases en la legislación nacional e internacional vigente y fue aprobado en plenaria nacional con la presencia de 200 representantes de todo el país. Se retoma el proyecto de ley anterior, recoge los aportes del debate legislativo del año pasado y se nutre de la legitimidad y el apoyo de las masivas movilizaciones sociales y de la capacidad de consenso y organización que demostramos como movimiento de mujeres.
Después del intenso y profundo debate del año pasado no se logró una ley que cristalizara la demanda social y se dejó sin respuesta y sin solución al problema. Como si nada hubiese pasado las mujeres siguen abortando y el aborto voluntario sigue siendo clandestino. Ante este escenario, ¿Por qué se presenta nuevamente este proyecto?
La demanda sigue creciendo y trasciende las fronteras. Les jóvenes ponen la discusión sobre la mesa y el tema no sale de la agenda política. La sociedad sigue sensibilizada y preocupada con el tema, las mujeres seguimos en las calles. Se ha construido importantes cimientos de lucha y organización que se han plasmado en las masivas movilizaciones sociales.
Por otra parte, las mujeres no podemos esperar más. El escenario actual de crisis compromete peligrosamente nuestra salud y autonomía. Sigue aumentando la brecha entre las mujeres que tienen recursos para acceder a buenas condiciones para realizarse un aborto y aquellas que no la tienen; entre aquellas que pueden acceder a información segura y las que no. La pobreza extrema y la inequidad social sigue exponiéndonos a múltiples violencias. El aborto es una cuestión de salud pública y de justicia social.
El Proyecto que hoy presentamos tiene como objetivo generar las condiciones de legalidad para que las mujeres y otras identidades con capacidad de gestar, tengan acceso igualitario a las prácticas de salud que le garanticen la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) de manera segura y gratuita hasta las 14 semanas. Pasado este plazo se mantendrán las causales vigentes en la actualidad. Se busca priorizar la fijación de plazos, la voluntad de la mujer y toda persona con capacidad de gestar y el goce pleno de los derechos sexuales y reproductivos. A su vez, se retoman los consensos respecto a la necesidad de fortalecer en las políticas de salud sexual y (no) reproductiva y educación sexual integral, incorporando estas leyes de manera armónica en los artículos del proyecto.
El proyecto que presentamos se construyó desde la pluralidad. La agenda política estará atravesada por esta discusión. Tenemos que avanzar como sociedad y como Estado con leyes y políticas públicas que resuelvan las injusticias e inequidades reproductivas y de género. En un país que celebra la democracia no caben dudas que las deudas con las mujeres y otras identidades con capacidad de gestar están a la orden del día.
Licenciada en Trabajo Social en Católicas por el Derecho a Decidir