Dos fallas, una edilicia y otra humana, llevaron a que ingresara agua al hall central de la Terminal de Ómnibus “Mariano Moreno” tras el temporal de ayer a la madrugada.
Personal de mantenimiento se abocó de inmediato a subsanar los inconvenientes, pero no se pudo evitar que pasajeros y comerciantes expresaran quejas y protestas.
Las autoridades del lugar confirmaron que la operatividad: ingreso y salida de viajes, no fue afectada, y atribuyeron a la fuerza con que se descargó la tormenta la razón de los inconvenientes.
“Que lluevan 25 milímetros en quince minutos (como pasó en la madrugada de ayer) pone en jaque cualquier estructura”, apuntó el titular del directorio que administra la estación, Orlando Debiasi.
Trabajo pendiente
El intenso temporal que llegó a la ciudad en la madrugada de ayer generó inconvenientes para pasajeros y comerciantes de la terminal Mariano Moreno. La importante cantidad de lluvia caída más algunas deficiencias edilicias hicieron que en las primeras horas de ayer el hall central y parte del pasillo principal acumularan charcos.
Los anegamientos, según contaron comerciantes, también llegaron al interior de negocios y dársenas de acceso colectivos. Cerca de las 7 el equipo de mantenimiento, con escurridores y máquinas especiales para limpiar, secó las zonas afectadas y los que atienden locales hicieron lo propio con sus negocios.
Fuentes del municipio indicaron que alrededor de las 8 la situación estaba controlada y el piso seco.
En diálogo con El Ciudadano, el presidente del directorio de Terminal de Ómnibus Rosario, Orlando Debiasi, explicó que el ingreso de agua al edificio respondió a dos causas, tal como le informaron técnicos de Inspección de Obras Particulares del municipio que se presentaron ayer para analizar el problema.
Por un lado, detalló, entró agua por una fisura a la altura del ingreso de taxis por calle Santa Fe. “Desde la remodelación que esa fisura se arregla y luego vuelve a ceder. La obra está en garantía y será parte del trabajo de la empresa constructora (Pecam) solucionarlo”, precisó el ex concejal y actual responsable de la terminal.
Sobre esto, el funcionario precisó que ya enviaron a Pecam el pedido de la reparación que debe ejecutar la empresa.
El segundo origen del agua provino, según Debiasi, de una de las dos cámaras de desagüe, que rebalsó.
“Fue un error del personal de limpieza que no aseguró la tapa”, explicó.
“Lo importante –fundamentó Debiasi– es que corroboramos que el aliviador (un conducto de treinta metros que libera el agua entre cámaras) funciona”.
La obra
La última remodelación de la terminal concluyó en junio del año pasado. Las obras habían comenzado en 2011 y se hicieron por etapas, con una inversión total de 40 millones de pesos, 15 de los cuales fueron aportados por concesionarios de los locales comerciales.
La terminal cuenta con 47 módulos de boleterías, 35 locales comerciales y plazas de café y tres módulos de sanitarios con seis baños para discapacitados y tres boxes de sanitarios con duchas.
El espacio tiene cámaras de seguridad, un nuevo sistema de audio, pantalla gigante con información de servicios y otras pantallas distribuidas en los sectores de espera y un nuevo destacamento policial.
Según las últimas estimaciones, la estación registra un ingreso promedio de mil colectivos por día, de los cuales la mitad corresponde a servicios de corta y media distancia.
La terminal permanece abierta las veinticuatro horas y circulan por ella más de 60 mil personas por día, de las cuales 40 mil viajan diariamente.
Críticas desde la oposición en el Concejo
El precandidato a intendente y concejal por el Frente para la Victoria-PJ, Roberto Sukerman, presentó ante el Concejo una iniciativa que exige al Departamento Ejecutivo municipal informe sobre del estado de las obras de la Terminal.
“Es una vergüenza que el lugar con mayor afluencia de público de la ciudad se encuentre en estas condiciones. Luego de seis inauguraciones, la intendenta nos dice que la obra está prácticamente terminada y amanecemos con la noticia de que la Terminal no sólo se inunda sino que además presenta filtraciones de agua por los techos en el sector ya remodelado”, comunicó Sukerman y agregó: “La estación de colectivos es un nexo de comunicaciones vital con la región y el resto del país, por lo que esta situación perjudica a miles y miles de personas. Por allí circulan, en plena temporada de verano, alrededor de 40 mil pasajeros por día”.
Según denunció el edil lo que pasó es inadmisible a cuenta de “la cantidad de años que llevó la realización de esta obra, que terminó costando el doble de los 22 millones de pesos previstos inicialmente”.
Por ello, Sukerman, junto a su compañera de bloque, la concejala Norma López, pidió que se remita al cuerpo legislativo local el legajo técnico de obra, incluyendo detalles constructivos de cubiertas y muros exteriores.
También pidieron el informe de la Secretaría de Obras Públicas sobre el estado general de la estructura del edificio más detalles de las fiscalizaciones realizadas y además un detalle de medidas a tomar en lo inmediato para evitar futuras inundaciones en el lugar, con la previsión de gastos respectiva.