La edificación fue inaugurada en 1888 por el entonces Ferrocarril de Santa Fe, que pese al nombre era propiedad de empresas francesas. Era patrimonio histórico de Rosario, pero ahora es escombro. La pala y la piqueta terminaron con la construcción ya deteriorada ante el reclamo de vecinos de la zona norte por su estado de abandono y el riesgo que sentían por la gente que pernoctaba o se juntaba en el lugar. La solución llegó este lunes por lo más fácil: la demolición.
La estación sobrevivía a duras penas en una plazoleta con frente sobre calle Cabo Principal Oscar Manuel Álvarez, casi intersección con República de Siria, a poca distancia del club de fútbol Sarmiento –nombre además del barrio– y a unos 300 metros hacia el oeste de bulevar Rondeau, a la altura del 400.
Era parte de la traza que conectaba Rosario con Santa Fe mediante una red de trocha angosta. El ramal tenía su estación principal en lo que hoy es la Terminal de Omnibus Mariano Moreno, de arquitectura francesa, y desde allí extendía la red ferroviaria hacia el norte pasando por Empalme Graneros y la ya inexistente estación Sorrento.
La demolición sellada por la resolución 422 del Ejecutivo municipal, que quedó oficializada el 3 de junio último en el Boletín Electrónico local. Dos días antes, el intendente Pablo Javkin le había puesto la firma al texto: “Autorízase la demolición de la ex estación Sorrento para la liberación de todo riesgo del área”.
La estación Sorrento era parte primero de un servicio de pasajeros, y luego de cargas para el Ferrocarril Belgrano, hasta 1930. El edificio fue declarado patrimonio histórico de la ciudad en 1995 por el decreto 10.435. La norma obligaba a conservarlo, lo mismo que la ley provincial 11.153/1994 que califica a las estaciones ferroviarias como monumentos históricos. Pero nada de eso pasó, y comenzó una lenta degradación que derivó finalmente en la topadora.
Poco a poco, la construcción fue sumando quejas porque, aunque con algunas aberturas clausuradas con ladrillos, era accesible a muchos que allí dormían o se juntaban. Vecinos preocupados por la inseguridad y la usurpación, además de mitos urbanos entre los que figuraron el secuestro de niños en la casona, empujaron el pedido de tumbarlo o acondicionarlo. Incluso con declamada preocupación por lesiones a ocasionales ocupas por el estado del lugar. La primera de las opciones primó, topadora mediante, y se arrasó lo que nunca se intentó conservar.
De la revolución a la demolición
¿Los escombros, tirantes de roble y tejas francesas ya semidestruidas guardarán en fragmentos la memoria del trazado ferroviario? ¿Y de otras historias que lo atravesaron?: ese lugar fue escenario relevante de la revolución de 1905, el alzamiento cívico-militar protagonizado por la Unión Cívica Radical entre el 4 y el 8 de febrero de 1905 bajo el liderazgo de Hipólito Yrigoyen para terminar con el fraude electoral.
Rosario fue epicentro de ese levantamiento, finalmente frustrado, y en la Estación Sorrento se había instalado el Estado Mayor de la asonada en la capital de los cereales, en lo que entonces se consideraban «las afueras» de la ciudad.
“Con mucho pesar y enojo, comunicamos la demolición de la primitiva estación Sorrento del Ex Ferrocarril de Santa Fe, que estaba protegida por ordenanza como patrimonio arquitectónico”, publicó en Twitter la Asociación Amigos del Riel. El mismo disgusto expuso en las redes sociales el colectivo Basta de Demoliciones.
