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La mayoría de los fuegos en islas son intencionales y por el corrimiento de la frontera agropecuaria

Gabriel Fuks, secretario de Articulación Federal del Ministerio de Seguridad de la Nación, apuntó contra el esquema productivo en el humedal. Adelantó una nueva reunión para el miércoles próximo y el pedido de que todas las partes "pongan el gancho" en un compromiso estratégico

La quema de pastizales para tiernizar brotes como alimento del ganado en la zona de islas no es nueva. Su volumen sí, y es lo que pone en vilo la salud de los rosarinos, también la de buena parte de santafesinos, y amenaza el propio humedal del Delta del Paraná. La mayoría de los incendios desatados este año en forma temprana, desde febrero, son producidos de forma intencional, para ese fin. Así lo ratificó Gabriel Fuks, secretario de Articulación Federal del Ministerio de Seguridad de la Nación, en referencia a las investigaciones que lleva adelante la Justicia Federal.

El funcionario anunció –en diálogo con LT8– una próxima reunión interjurisdiccional para el próximo miércoles, con varios ministerios nacionales y las áreas de gobierno involucradas de Santa Fe y Entre Ríos, para relevar qué se hizo desde cada lugar de responsabilidad. Eso, para la coyuntura, sobre la cual pidió el máximo rigor penal para castigar a los responsables. A futuro, Fuks apuntó al diseño, siempre postergado, de una estrategia que permita reducir un problema recurrente que se agudizó en la última década y media.

«La Justicia tiene comprobado, con nombres concretos, que en el origen de una gran mayoría de los incendios hay una mano humana. Eso está claro», disipó versiones el secretario nacional. En particular, explicó, los fuegos producidos en el interior del humedal, lejos de las riberas que enfrentan a la ciudad de Rosario. Y esos, añadió, están relacionados con la producción agropecuaria. Utilizó el término «corrimiento de la frontera«. Es el fenómeno de la expansión de cultivos de alto rinde económico, como la soja, sobre zonas antes ganaderas o destinadas a otras explotaciones que empujan a criar ganado en territorios «no convencionales». Los terrenos insulares bajo jurisdicción de la ciudad entrerriana de Victoria son un ejemplo. La carga de animales aumentó considerablemente, y con ello las prácticas ancestrales de renovar pastizales con el fuego que, al escalar en volumen, dejaron de ser sostenibles para convertirse en una amenaza.

Los focos en el interior del humedal, a kilómetros de la ribera del brazo principal del Paraná, son los más numerosos e intensos. Los que Fuks atribuye a la explotación agropecuaria. Ese patrón de los siniestros está reflejado en los mapas satelitales que elabora la Nasa en tiempo real. En la imágen que sigue, los focos detectados por los sensores en siete días, entre el 14 y el 20 de julio inclusives:

«Esa es la hipótesis de la Justicia federal con asiento en Victoria y Paraná», insistió el funcionario sobre la intencionalidad de gran parte de los incendios. Aclaró que está basado en pruebas, y hay nombres propios. No obstante, señaló que hay otros siniestros que remiten a causas diferentes, como actitudes desaprensivas de cazadores furtivos, pescadores o gente que acampa en las islas, pero que se dan cerca de la ribera o de la traza del puente Rosario Victoria. A lo que se suma, en algunos casos, el fuego espontáneo por las condiciones ambientales de sequía.

A través del Plan Nacional de Manejo del Fuego de @MinSeg, trabajamos junto al @GobSantaFe y los municipios para controlar los incendios en el delta del Paraná.

Muchos, y antes que otros años

«Asumí el 10 de diciembre, y en febrero ya estábamos trabajando. Puntualmente en la zona de las islas frente a Rosario hemos hecho cinco despliegues del Plan Nacional de Manejo del Fuego», se atajó Fuks sobre la situación extrema de este año, que arrancó tres meses antes de lo habitual y, estima, estará controlada para fines del mes que viene.

Enorme costo público

Incendio en las islas: llegaron los dos buques con 27 brigadistas para ayudar a sofocar el fuego

«Este año dejamos aviones en el Aeroclub de Alvear, en forma permanente. Hay cinco hidrantes trabajando», enumeró el secretario del área de Seguridad sobre los recursos desplegados. «Es un costo enorme para el Estado, aunque siempre en primer lugar de las preocupaciones está la afectación» de la población y el ambiente, abundó.

Más de 50 brigadistas de Santa Fe, Entre Ríos y la Nación se incorporaron a las tareas junto a Bomberos Voluntarios. Y el Ministerio de Defensa aportó dos buques para traslado de personal y herramientas de combate del fuego.

«Hablé con la ministra de Seguridad de Entre Ríos, Rosario Romero. El Ministerio de Ambiente de Nación enviará un dron que estará con base en la comisaría de la zona de islas», agregó Fuks.

El funcionario destacó que la necesaria concentración de recursos logísticos y humanos en el Delta del Paraná, en una extensa franja que va desde la ciudad bonaerense de Zárate en el sur a la entrerriana de Diamante en el norte, compromete otras urgencias de combate del fuego. Y ejemplificó con los incendios que, ahora, se desataron en las provincias de Salta y Tucumán.

El miércoles, para ver qué se hizo y dejó de hacer
Aire independiente de calidad, el 9 de julio.

«El 29 –miércoles próximo– volveremos a hacer una reunión, esta vez virtual, con los mismos actores que la anterior en Rosario. Entre ellos, el Ministerio de Agricultura de la Nación y sus pares de Ambiente y Seguridad, más las áreas ambientales, de Protección Civil y de manejo del fuego de Entre Ríos y Santa Fe, para revisar qué se está cumpliendo de lo prometido», adelantó Fuks.

Lo anterior, para la urgencia, pero insistió en que, de ahora en más, hay que enfocarse en tiempos estratégicos para no volver, el año que viene, a actuar sobre los siniestros ya desatados. En ese sentido, apuntó a hacer cumplir las leyes vigentes sobre manejo del fuego y protecciones ambientales, con sus correspondientes penalidades. Y a que se comprometan todas las jurisdicciones. «Que todos pongan el gancho», sintetizó en lenguaje popular.

Adelantó que se pretende incorporar a otros actores, como la Universidad Nacional de Rosario, que ya puso en marcha un programa de monitoreo y generación de información sobre las quemas y el uso del suelo en territorio insular.

La Universidad estudiará los incendios en las islas del Paraná con drones e imágenes satelitales

El Piecas, una herramienta dormida por una década

El Plan Integral Estratégico para la Conservación y Aprovechamiento Sostenible del Delta del Paraná –resumido como Piecas–  fue diseñado a partir de los grandes incendios en el Delta durante 2008, que escalaron a la agenda nacional porque el humo y las cenizas llegaron a la ciudad de Buenos Aires, caja privilegiada de resonancia de los problemas en Argentina. Quedó ahí, como respuesta política formal, sin financiación ni compromiso efectivo de las partes para aplicarlo.

Es un ambicioso catálogo para la gestión territorial de los humedales compartidos por las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe. Sin presupuesto, personal y compromiso político, es reflotado cada vez que se repiten las quemas con afectación de centros urbanos como el de Rosario y otros santafesinos, en este caso.

Varios colectivos ambientalistas reclamaron sin éxito su puesta en marcha real. Como desde un comienzo hizo El Paraná no se Toca, el problema no es sólo el fuego, sino todo el esquema de explotación de recursos naturales en las islas, que incluye la usurpación de terrenos, la construcción de terraplenes que modifican el esquema de circulación del agua, la implantación de cultivos extensivos y la violenta transformación de territorios frágiles que amenaza con no tener retorno en la destrucción de un reservorio de biodiversidad reconocido internacionalmente.

Fuks nombró este martes al herrumbrado Piecas como una de las herramientas disponibles que habrá que reactivar.

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