Jean Baptiste Pocquelin, conocido mundialmente como Molière, actor, dramaturgo y director y uno de los padres del teatro de todos los tiempos, murió en Francia en 1673, supuestamente actuando y vestido de amarillo aunque muchos años después se supo que murió de tuberculosis. De allí que ese color, el amarillo, “trae mala suerte” en escena, una creencia popularizada a nivel planetario.
La nueva producción de la Comedia Municipal Norberto Campos que se conocerá este fin de semana toma esta cuestión casi como una anécdota para desandar los entretelones de La medicina de Molière que es también el nombre de una compañía teatral que en el presente llega al escenario para hablar del teatro como un lugar alejado del sufrimiento. “Dejen a Hipócrates, vengan con nosotros; nosotros somos tu medicina”, dicen a coro los actores casi al comienzo del espectáculo que resultó ganador de séptima edición del concurso municipal que comenzó en 2012 y que cuenta con adaptación de Denise Almeida y Adrián Giampani, quien además es el director, con la asistencia de María Laura Silva.
Con un elenco integrado por Manuel Baella (Purgón), María Victoria Franchi (Liseta), Cristian Medrano (Del Forúnculo), Magdalena Perone (Lucinda), Fernando Porcel (Macrotón y Cleanto) y Mario Vidoletti (Sganarelle), y de una puesta visual y estética atemporal que mixtura lo clásico y lo contemporáneo, La medicina de Molière apunta a reflexionar sobre la temática salud-enfermedad, tan presente en la obra del emblemático autor parisino, en particular en El enfermo imaginario.
En esta propuesta, Sganarelle, un hombre entrado en su madurez, su joven hija Lucinda, que atraviesa un “malestar desconocido” y la criada, una muchacha perpicaz, conviven en un hogar donde el padre se niega a escuchar lo que le acontece en realidad a Lucinda, quien sólo encontrará una aliada en Liseta (la criada). Este padre preocupado por la salud de su hija convoca a distintas escuelas médicas para que lo ayuden con el diagnóstico de Lucinda, que padece depresión. Estas visiones de la medicina se encarnan en los personajes de los doctores que intentarán convencer a Sganarelle, un hipocondríaco y gran consumidor de fármacos de tener la solución para curar a Lucinda.
La obra cuenta con escenografía de Ignacio Almeyda, vestuario de Ramiro Sorrequieta, caracterizaciones y maquillaje de Yanina Vincent, composición musical y arreglos de Pedro Agustín Jozami, la milonga de Matías Vant (música original) y Magdalena Perone (adaptación), y el asesoramiento médico del doctor Diego Pailolle.
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Respecto de este espacio de creación que en estos años apuntó a la profesionalización del teatro rosarino con algunos logros, el Concejo Municipal aprobó el 6 de septiembre de 2012 por unanimidad la creación de la Comedia Municipal de Teatro Norberto Campos, destinada a promover la labor de actores, directores y dramaturgos locales.
Fue así como surgieron en todos los casos por concursos abiertos versiones de Relojero de Armando Discépolo (2013, con dirección de Raúl Saggini) y Doña Disparate y Bambuco de María Elena Walsh (2014, con dirección de Patricia Ghisoli). Más tarde llegó el turno de Gol de Oro (todo o nada) de Miguel Franchi (2015, con dirección de Matías Martínez), la única producción a la fecha que surgió de un concurso previo de dramaturgia según establece la ordenanza, a la que siguieron versiones de La Tempestad de William Shakespeare (2016, con dirección de Raúl Saggini) y Saverio, el cruel de Roberto Arlt (2017, con dirección de Santiago Dejesús ), para cerrar el año pasado con la aún vigente Frankenstein, un amigo diferente, basada libremente en el clásico de Mary Shelley (2018, con dirección de Simonel Piancatelli).
Para agendar
La medicina de Molière tendrá sus funciones estreno en el Teatro Municipal La Comedia, de Mitre y Ricardone, este viernes y sábado a las 21, y el domingo a las 20, en todos los casos con entrada gratuita, por orden de llegada hasta colmar la capacidad de la sala y sin retirar previamente
