Ganar se hace dificil para Newell’s, casi imposible. No puede hacerlo ni siquiera cuando anota dos goles, aunque esta vez estuvo cerca y la mezquindad fue el castigo que le permitió igualar a Huracán cuando el partido se moría.
El Newell’s de Burgos no es vistoso. Y eso no va a cambiar en el corto plazo. Difícilmente se desviva por anotar un gol por una gran jugada colectiva. La idea es explotar lo que el partido y la condición actual del equipo proponga. Y hoy un lateral ofensivo es una jugada con intención de gol. Pasó en Tucumán y se repitió en el Parque. Cacciabue lanzó bombeado al área y con Lema y Capasso como receptores aéreos, la pelota quedó merodeando el área sin dueño. Y apareció Negri para rematar rasante y poner el 1 a 0 a los 3 minutos, un ‘deja vu’ de lo sucedido hace una semana ante Atlético.
El problema de Newell’s es que no es un equipo puesto en cancha para tener la pelota, mucho menos con Pablo Pérez en la platea lesionado. Y entonces el Globo, bien a lo Kudelka, se adueñó del balón. Y con las subidas rápidas e indescifrables de Silva comenzó a acercarse al empate. Y fue de pelota parada, un problema que extrañamente pasó a tener la Lepra a pesar de Lema, Cabral y Capasso. Duró poco la alegría. Tras un córner, Cordero anticipó en el primer palo y puso el partido empardado.
El golpe, con mucho partido por delante, puso en prueba la parte emocional del equipo de Burgos. Y hoy ese parece ser el único argumento donde parece fortalecido. No sintió el impacto, aunque volvió a volverse loco en busca de encontrar algún camino hacia el gol, lo que no parecía ser una tarea sencilla.
Pero Newell’s tenía guardada una jugada de otro partido. Muy distinta a la idea mostrada por el Mono. Trabajó muy bien la pelota por izquierda, con Cristaldo y Negri a un toque y lujos incluidos, y el lateral sacó un centro pasado que encontró a Cacciabue atacando el área para darle de aire y anotar el 2 a 1. Gol anímicamente clave.
De ahí en más, overol a full. Newell’s entendió la importancia de una victoria, postergada desde el 28 de diciembre del año pasado. Había que defender si importar currículum ni historia. Incluso sin poner a Scocco en cancha, donde quedaron muchos pibes sin experiencia paea bancar la parada. Y con muchas chances de sufrir con los centros del Globo que ya habían anunciado ser un problema.
El partido le dio una advertencia a Newell’s. Tras un córner, cabeceó Moya al travesaño y del rebote, Moya obligó a una gran atajada de Aguerre, con Formica sacando el gol en la línea. El domingo pascual le otorgó un milagro a la Lepra, pero no alcanzó.
De tanto centro al área, alguno iba a complicar la victoria. Falló Cabral en el cabezazo, que dejó en el área, y Nuñez mano a mano fusiló a Aguerre. Castigo para una postura mezquina que impidió lograr la primera victoria del año. Y la falta de triunfos ya es un problema, aunque con el Mono al menos no pierde.
