El papa Benedicto XVI celebrará este jueves en el Vaticano la misa del Gallo a las 22 locales (21 de Argentina), dos horas antes de lo habitual, para evitar una fatiga excesiva al pontífice de 82 años.
El predecesor de Benedicto XVI, Juan Pablo II, siempre celebró la misa a medianoche, incluso en los últimos años de su vida, cuando su salud ya era muy declinante.
El padre Federico Lombardi, portavoz de Benedicto XVI, había afirmado a principios de diciembre que «la salud del Papa es absolutamente normal», desmintiendo rumores sobre eventuales problemas de salud, generados precisamente por la decisión de anticipar la tradicional misa de medianoche.
El nuevo horario, que hará terminar la misa poco antes de medianoche, pretende únicamente «hacer menos cansadoras las jornadas de Navidad, en las que (el Papa) tiene numerosos compromisos», como la misa de Navidad del 25 por la mañana, precisó el padre Lombardi.