Por: Mauro Federico / dataclave.com.ar
«Les pido a todos los argentinos que recen por mi padre porque su vida pende de un hilo», declaró Maradona desde Dubai el 15 de junio de 2015, conciente de las complicaciones de salud de su papá, internado desde principios de ese mes a causa de una infección urinaria. Pero no hubo rezos que alcanzaran. Una semana después, Don Diego ingresó a la Unidad de Terapia Intensiva del Sanatorio Los Arcos, con severas complicaciones coronarias y respiratorias.
Cuando el desenlace era inminente, los médicos convocaron a la familia para que se despidiera de su patriarca. La que llegó primero fue Dalma, con lágrimas en los ojos. Media hora después arribó Diego, que adelantó su vuelo para poder estar al lado de ese correntino que tanto hizo para que su hijo llegara a la cima del mundo.
Desconsolado tras la muerte de su padre, Maradona se aferró a ese joven abogado que había llegado hasta Dubai un año antes, para encargarse de la “atención personalizada” que un cliente como Diego merecía. Matías Morla, por entonces socio de Víctor Stinfale, comenzaba a cobrar protagonismo en aquellos días en los que Diego despedía a uno de los seres que más amó en su vida.
En medio de la tragedia familiar del astro futbolístico, Morla puso hilo a una de sus primeras puntadas para consolidar su poder real dentro del Clan Maradona. Por escritura 138 del 11 de junio de 2015, el abogado del estudio Stinfale, junto al esposo de su hermana, Christian Maximiliano Pomargo, constituyeron SATTVICA S.A. Según consta en la escritura de su constitución, es una sociedad cuyo objetivo es “adquirir, poseer, solicitar, obtener, comprar, ceder, transferir, licenciar, franquiciar, otorgar licencias de uso, registrar y adquirir marcas, disponer de marcas, avisos o nombres comerciales, derechos de autor, patentes de invención y patentes, procesos y modelos industriales, modelos de utilidad, know-how, nombres de dominio en internet y demás activos intangibles relacionados con la propiedad intelectual e industrial, así como licencias sobre ellos”.
Con un capital de apenas $100.000 y con su sede social establecida en el piso 22 del edificio ubicado en Rosario Vera Peñaloza al 500 de Puerto Madero, la flamante empresa –cuyo nombre remite directamente a un concepto del hinduismo que representa la pureza- designó como presidente al propio Morla, como vice al citado Pomargo, e inscribió como única empleada a Andrea Verónica Trimarchi.
El dato podría ser anecdótico y hasta pasar inadvertido. De no ser porque a nombre de esta empresa, se inscribieron las propiedades de, al menos, siete marcas que guardan un inexorable vínculo con el nombre del mejor jugador de todos los tiempos, con sus respectivos nombres de producto, denominados para la ley marcaria nacional como “clases”. A saber:
– DIEGO ARMANDO MARADONA (30 clases)
– MARADONA (29 clases)
– EL 10 (20 clases)
– LA MANO DE DIOS (20 clases)
– DIEGOL (19 clases)
– DIEGO MARADONA (19 clases)
– EL DIEGO (19 clases)
Pasando en limpio: nadie que no sea SATTVICA puede explotar la comercialización de ninguno de productos que tengan estos nombres. Eventualmente, lo recaudado por la venta de cualquiera de estos 156 productos que pudieran tener esta denominación –que van desde ropa y calzado deportivo, hasta golosinas, pasando por útiles infantiles, figuritas y todo lo que la imaginación pueda bautizar con estos nombres- es propiedad en un 100% de titularidad de SATTVICA. Y, por ende, sus ganancias le pertenecen. Un negocio redondo.
Cronología de una disputa millonaria
Un mes después de constituir la sociedad, Morla le aconsejó legalmente a su único cliente realizar una auditoría de sus bienes y, como resultado, se halló que «faltaban» US$ 6 millones. Un año antes -en coincidencia con la llegada de Morla a Dubai -donde Diego se aprestaba para comentar el Mundial de Brasil tras haber firmado un millonario contrato con la cadena Telesur- le había revocado el poder general que hasta entonces tenía Claudia desde el divorcio producido en 2003. «Lo que ella obtuvo tras la separación fue el capital de gestión del patrimonio, con el fin de preservar la herencia de las dos hijas de la pareja, Dalma y Gianina», explicó a Data Clave un abogado son acceso al expediente.
Las partes fueron a mediación judicial y al no llegar a un acuerdo, Morla envió un ultimátum a través de carta documento para que se devolvieran las supuestas posesiones que pertenecieron a Maradona como camisetas, trofeos y joyas, entre otras pertenencias.
En noviembre de 2015, se ratificaron siete reclamaciones ante el Juzgado Penal número 15 de la Ciudad de Buenos Aires por aproximadamente 300 objetos de valor, dinero en cuentas del Banco de la República Oriental del Uruguay, TD Bank, Banco Nación, más irregularidades en la compra de propiedades en Miami y Buenos Aires.
La causa se llevó a cabo en los tribunales de los Estados Unidos y Argentina y durante el proceso Villafañe alegó que el manejo de los bienes se produjo luego de la disolución matrimonial y por lo tanto no pertenecía a la sociedad conyugal, y no darían lugar a reclamos.
El ex capitán de la selección argentina de fútbol le reprochó a su ex esposa por “su gestión en la administración y disposición de los bienes que le fuese confiada por un poder general, en la que no habría realizado la rendición de cuentas y puesto a disposición (de Maradona) de los fondos constituidos por el capital y la renta del patrimonio administrado”.
Morla requirió una inhibición general de vender o gravar sus bienes sobre la demandada Villafañe por el Juzgado Civil 77 y pidió también que quede sin efecto el convenio de liquidación de la sociedad conyugal . A principios de 2016, Villafañe fue indagada como imputada en la causa caratulada como «Defraudación y retención indebida» por el reclamo de objetos valuados en US$ 3 millones. Pero en abril fue sobreseída por la jueza Karina Zucconi.
Semanas antes del fallecimiento de Diego, la Corte Suprema resolvió que la disputa judicial entre Maradona y su ex esposa se dirima en el fuero en lo Penal Económico. Cuatro años después de la primera declaración de Claudia ante la Justicia ordinaria y tras los vaivenes que experimentó el proceso, el Máximo Tribunal entendió que las denuncias de Maradona involucran eventuales delitos que incluyen la evasión fiscal agravada.
La Corte, con las firmas de los jueces Carlos Rosenkrantz, Elena Highton de Nolasco y Ricardo Lorenzetti, resolvió que las demandas de Maradona queden en manos del juez Javier López Biscayart.
En el expediente se investiga “la presunta participación de Villafañe en la compra y posterior venta de un departamento en los Estados Unidos -en la que habría simulado su estado civil- que luego no habría sido incorporado en el acuerdo homologado de distribución de bienes de la sociedad conyugal con motivo de la sentencia que decretó su divorcio vincular de Maradona”.
“Con posterioridad, durante la vigencia del poder general, se habría determinado que Villafañe y sus hijas habrían constituido distintas sociedades en el exterior, las que habrían participado en la compra y venta de diversos inmuebles en ese país de Norteamérica”.
En su dictamen, el procurador general de la Nación interino, Eduardo Casal, precisó además que “Villafañe habría adquirido departamentos en la provincia de Buenos Aires y en esta ciudad” y además tendría “depósitos de dinero en un banco de la ciudad de Miami, en otro de la República Oriental del Uruguay y también en una entidad bancaria de la Confederación Suiza”.
Maradona, a través de su apoderado, el abogado Matías Morla, también le achaca a Villafañe el delito de “defraudación por la retención de los objetos logrados en su carrera deportiva, los que mantenía en posesión y custodia luego de su separación”.
Según Casal, Villafañe “habría exteriorizado tres inmuebles y dos cuentas bancarias, todos ellos situados en los Estados Unidos de América, en los términos de la ley de sinceramiento fiscal, sancionada en 2016, a principios del gobierno de Mauricio Macri en el marco de lo que llamó eufemísticamente en aquel momento Programa Nacional de Reparación Histórica para Jubilados y Pensionados”.
Tras el sobreseimiento de Villafañe en el fuero penal, a fines de julio de este año, la Cámara en lo Penal Económico había revocado un fallo similar a su favor. Pero la Corte definió que todo se focalice en un solo magistrado, en este caso López Biscayart, quien será el responsable de llevar adelante todas las causas judiciales de Maradona contra su ex mujer.