Además de estar acusado como jefe de asociación ilícita, Ramón Machuca, alias Monchi Cantero, enfrenta acusación como determinador de cuatro homicidios, entre ellos el de Lourdes Canteros. Para la Fiscalía, actuó como instigador del crimen porque consideraba que ese lugar representaba una competencia para su negocio con narcóticos.
La noche del 15 de mayo de 2013, Lourdes, de 14 años, miraba junto con sus hermanos, la novela en el living de su casa de Conscripto Bernardi al 6300. Escucharon frenar una moto pero no le dieron importancia. Lourdes se levantó al baño y comenzaron las balas contra el frente de la casa: algunas entraron al domicilio y un proyectil impactó en el pecho de la adolescente, quien murió en brazos de su hermana rumbo al hospital.
Nicolás, otro de sus hermanos, vivía en una casa al fondo y tenía problemas con un tal Mayonesa y su grupo de amigos. No era la primera vez que tiroteaban la casa por ese conflicto. La defensa de Monchi Cantero, acusado de determinador del crimen, dijo que nunca se investigó esta línea. Mientras que la Fiscalía asegura que hay escuchas que hablan de un quiosco de drogas en el lugar perteneciente a un tal Culín sobre el cual buscaron información del lugar, si tenía venia policial y en la última comunicación se escucha: “Está bien: dale a mansalva”, autorizando el ataque sobre la vivienda. Su interlocutor, el policía Juan “Tiburón” Delmastro, está condenado como partícipe secundario a 6 años y medio de cárcel, y está sentado en el banquillo por asociación ilícita.
Durante el debate la Fiscalía incorporó nueva prueba: un peritaje telefónico sobre el celular secuestrado a Rodrigo Q, alias Mayonesa, tras ser detenido en diciembre pasado en una causa por estafas donde figuran cinco whatsapps entre Rodrigo Q. y otro hombre al que sindican como Monchi.
El interlocutor se pone a disposición de Mayonesa para lo que necesite y le aconseja que no hable mucho por celular. Fue antes de que se iniciara el juicio. Aún Mayonesa no fue acusado formalmente por el homicidio.
La defensa solicitó la absolución de Monchi o bien una pena reducida. “Supongamos que fuera instigador de esta lamentable muerte, no hay sustento jurídico porque se necesita al instigado y aquí nunca se encontraron a los atacantes”, sostuvo uno de los letrados en referencia a que nunca se estableció quien fue autor material del crimen. La defensa cuestionó que el origen de la acusación se basó en “escuchas” con “carencia probatoria” ya que los peritos en acústica declararon que “no se pudo acreditar científicamente que la voz era de Machuca”. Para los abogados de Monchi hay “ausencia de dolo” y, subsidiariamente a la absolución, pidieron “una reducción de pena con el cambio de calificación”. “La hipótesis jurídica en el peor de los casos es el de un homicidio imprudente. Una muerte imprudente. Un dolo eventual”, argumentó uno de los defensores.