En medio de una serie de denuncias contra algunos referentes del espectáculo argentino, en horas de la tarde de este miércoles se supo de la detención del popular humorista mendocino Cacho Garay, a partir de una denuncia de su mujer, Verónica Macías Bracamonte, también integrante de su staff de bailarina.
La detención de Garay fue en su domicilio de Luján de Cuyo, donde además habrían encontrado cuatro armas, de las cuales dos no estaban declaradas. La detención se produjo luego de un allanamiento en su casa y después de que su mujer presentara una denuncia por violencia de género que, luego de su detención, derivó en una declaración en la comisaría Número 11 de esa ciudad mendocina.
Bracamonte denunció a Garay por violencia de género. Esto ocurrió durante Semana Santa después de una pelea en un hotel de Carlos Paz (Córdoba), en la que tuvo que intervenir la seguridad del lugar para frenar al humorista.
Según la presentación de la mujer, padece violencia familiar desde hace 13 años. “Posee armas que me las ha exhibido, no puedo precisar datos de las mismas ya que no lo recuerdo ni puedo identificarlas. Tampoco me deja trabajar de forma independiente con otras personas”, contó Verónica, bailarina y vedette, en el marco de la denuncia.
“Me ha abofeteado, me ha tirado del pelo, me ha tirado vasos de agua en la cara. Durante mi relación de pareja con Juan de Garay (nombre real del humorista), he sido obligada en muchas circunstancias a tener relaciones sexuales con él y con otras personas bajo su observación y participación”, dice en la misma presentación.
Después de estos hechos, Garay rompió el silencio en su cuenta oficial de Facebook. Allí afirmó que es inocente y agradeció a sus seguidores por el apoyo: “Gracias a los miles de mensajes de apoyo, y gracias a Dios porque mi verdad me mantiene la conciencia cristalina”.
Además, incluyó una cita atribuida al artista español Salvador Dalí en la imagen que acompaña su publicación: “Que hablen bien o mal, lo importante es que hablen de mí, aunque confieso que me gusta que hablen mal, porque eso significa que las cosas me van muy bien. De los mediocres no habla nadie, y cuando lo hacen sólo se dicen maravillas”.
La fiscalía cordobesa fue la que pidió la colaboración a la Policía de Mendoza una vez radicada la denuncia. Por este motivo, realizaron el allanamiento en una casa de la calle 20 de Septiembre de Luján de Cuyo y se estima que, en un par de días, Garay podría ser trasladado a Córdoba donde acontecieron los hechos.