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La Municipalidad de Rosario aclaró que Uber no está habilitada para funcionar en la ciudad

Luego de las quejas de taxistas y remiseros por el posible desembarco, una posibilidad instalada por convocatoria a choferes, el Ejecutivo local aclaró que no permitirá el funcionamiento de empresas que no acepten la normativa vigente para los servicios públicos. Dueños de taxis insisten

A partir de los anuncios publicitarios lanzados desde la plataforma de viajes Uber, y los pedidos de sumarse como choferes, la Municipalidad de Rosario aclaró que no se encuentra habilitada para funcionar en la ciudad porque no acepta cumplir con «las normativas vigentes».

El Ejecutivo Municipal agregó que no se mantuvo ninguna reunión con representantes de la firma, luego de que referentes del sistema de taxis reaccionaran ante la posibilidad de un desembarco. «El Municipio mantiene reuniones con choferes y titulares de taxis de forma permanente, escuchando sus necesidades y trabajando de manera conjunta para generar mejoras en el servicio», aclara un comunicado oficial.

«No está permitido el ingreso de empresas que han demostrado no adaptarse a las regulaciones vigentes en ninguna de las ciudades que han intentado operar, y que se sancionará según la normativa vigente», sigue el texto emitido por el Palacio de los Leones.

La plataforma Uber, a diferencia de los tradicionales sistemas de transporte público, se presenta como un «mediador» entre prestadores y usuarios de la movilidad, con lo cual no reconoce a choferes o dueños de los vehículos como trabajadores. El esquema, por el contrario, es el de socios del negocio, sin reconocimientos laborales ni cobertura de riesgos, que quedan a cargo de los conductores y propietarios de los autos.

Por el contrario, en Rosario tanto el servicio de taxis como de remises –con los que Uber compite– es regulado por el Municipio. Los conductores deben cumplir, al menos formalmente, con un periodo de formación, contar con carnet profesional, los vehículos someterse a controles periódicos, chequeos de higiene, mecánica y otros ítems relacionados a la calidad del servicio. La tarifa, además, no es libre sino fijada por el Concejo Municipal teniendo en cuenta los estudios de costos realizados por el Ente de la Movilidad, además de consideraciones políticas referidas al servicio público.

«Toda empresa de servicios de viajes que pretenda funcionar en la ciudad de Rosario debe ajustarse a los requisitos y obligaciones que establece la normativa vigente para poder circular, tales como la habilitación del vehículo y demás requisitos que regulan la actividad», recalca el comunicado oficial.

Quieren más

“Les pedimos al municipio señales que empiecen a combatir a las aplicaciones ilegales que hoy existen en Rosario, ahí nos vamos a sentir mas fuertes”, reclamó luego del comunicado oficial José Iantosca, de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis (Catiltar), consultado por El Tres.

En realidad, referentes del sistema rechazan no sólo las plataformas globales que pretenden operar en Rosario, sino las locales que ofrecen servicios de «nicho», como la de las taxistas mujeres, e incluso una que esgrimía identidad política.

Marcelo Díaz, de la misma cámara patronal, justificó la preocupación porque las plataformas, dijo, «han avanzado en distintas provincias». Y argumentó: «Vemos que están destruyendo el sistema de transporte local y regulado. Esta plataforma trucha que existe en el mundo nos está robando el trabajo, aprovechan la situación de endeblez que hay en el sistema de transporte y la pandemia con la pérdida de puestos de trabajo”.

Iantosca fue más allá y reclamó que el Concejo Municipal apruebe un proyecto explícito contra la competencia en la movilidad: “Que se presente y tenga mucha fuerza para combatir la ilegalidad de las aplicaciones. Sacar el auto del corralón por trabajar ilegal tiene que salir 100 mil pesos. Si vamos a ser livianitos, es porque en realidad queremos que entren estas apps”, azuzó el dirigente.

«El sistema es malo, la solución no es Uber»

¿Tenemos un buen transporte público de pasajeros? Evidentemente no. Por eso publicamos informes críticos desde el Observatorio Social del Transporte de Rosario, e impulsamos cambios desde el Concejo Municipal. ¿Uber y Maxim son una solución a ese déficit? Ni a palos. Los ejemplos abundan en el mundo entero». El concejal Eduardo Toniolli abonó en Twitter el debate sobre parte del sistema de movilidad local, cuyos déficits incluyen el servicio de taxis y remises ahora en jaque ante posible competencia de las plataformas.

«El monitoreo de la @MuniRosario sobre el transporte público (colectivos, taxis, y -en breve- remises) es, no sólo un mecanismo de control, sino también un sistema de cuidados. La figura del transporte privado de pasajeros, que impulsan empresas como Uber, es volver al pasado», continuó el edil peronista, que periódicamente publica encuestas de usuarios y mediciones sobre el transporte público.

Y agregó sobre el particular modelo de negocios global que, además de Rosario, carga con cuestionamientos en numerosos países: «¿Qué confianza pueden ofrecer a sus usuarios empresas que niegan a sus trabajadores, desconocen toda regulación estatal, y fugan sus ganancias a paraísos fiscales?¿Qué compromiso tienen con la movilidad de nuestra ciudad, entendida como un sistema integral?»

 

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