Cada año la Municipalidad de Rosario sostiene un trabajo de prevención y control sobre la propagación de enfermedades transmitidas por roedores. En este sentido, el área de Epidemiología (dependiente de la Secretaría de Salud Pública) y la Dirección de Control de Vectores, que depende de la Dirección General de Parques y Paseos, son las áreas más específicamente abocadas a estas tareas.
Los roedores pueden transmitir enfermedades en los humanos como Hantavirus, Fiebre Hemorrágica Argentina y Leptospirosis. En el marco de la alerta pública nacional por el brote de Hantavirus existente en el sur del país, es importante destacar las acciones periódicas de prevención y las recomendaciones que puede tomar la ciudadanía ante la detección de un roedor.
Prevención
La Dirección de Control de Vectores realiza servicios de inspección y desratización en distintos puntos de la ciudad. Desde el área no sólo se realiza desratizado, también se hacen servicios por otras plagas en instituciones municipales como centros de salud, hospitales, museos, oficinas y galpones. También regula el accionar de una serie de empresas habilitadas por la Municipalidad para realizar desinfecciones, fumigaciones, desratizaciones y demás servicios ambientales de control de plagas y vectores en el territorio de la ciudad.
“Cada año se realiza un servicio de control y desratización en cada sector de la ciudad. Según la necesidad de cada uno, puede ser hasta tres o cuatro veces por año. Algunos sectores son más sensibles que otros por la disponibilidad de agua servida, residuos y otros factores”, explicó Guillermo Palombo, director de Control de Vectores.
“En general, durante los veranos nos abocamos más a las tareas de control de larva de mosquitos. En esta oportunidad, ante la gran cantidad de demandas y llamados, estamos también realizando tareas de refuerzo en desratización y control. Mantener esa población baja es importante para la salud pública siempre, más allá del brote que encendió esta alarma pública”, amplió el referente.
«Es un animal comensal, comen de lo que nosotros dejamos. Donde hay actividad humana, hay roedores», aseveró Palombo, y agregó: «Es por eso que es fundamental controlar esa población para reducir al mínimo la propagación de enfermedades relacionadas a ellos».
En las últimas semanas se concretaron trabajos en barrios Las Flores Sur, Las Flores Este, San Martín Sur y Esperanza, así como en huertas comunitarias y entornos, entre otros puntos. También se intervino la Rambla, el Acuario y Costa Alta. Próximamente se va a estar trabajando en barrio Industrial, Las Delicias, Hostal del Sol, Carlos Casado, Ludueña y Larrea.
Además, se llevaron adelante capacitaciones con personal de limpieza y apoyo de las áreas de Salud de los efectores municipales. También se realizó otra instancia “más general” con personal de mandos medios y supervisores de otros espacios que se consideran de particular riesgo, como aquellos que realizan tareas en la Planta de Compostaje.