La cantante y compositora Nathy Peluso llega a Rosario este martes en el marco del Tour Calambre 2022 donde repasará sus mejores éxitos. La joven artista que brilla en Europa y que acaba de pasar por la última edición del Quilmes Rock el fin de semana participará en el segundo disco de Trueno y viene pisando fuerte en materia de candidaturas a los premios más importantes de la música mundial mientras gira con su música por el país.
El sábado deslumbró a miles de seguidores y público en general en la última edición del Quilmes Rock, fecha en la que estuvo presente el rapero Trueno, con los éxitos de su álbum Atrevido y los singles de su nuevo proyecto. Ese mismo día, la banda internacional, Gorillaz fue la encargada de cerrar la primera de las dos jornadas del festival.
Peluso, de 27 años, canta sobre un sonido que fusiona soul, jazz, rap, salsa y swing como se aprecia en su disco Calambre, lanzado en 2020. Entre sus pasiones compartió días atrás a la revista Billboard que le encantaría “colaborar con Miley Cyrus”. La cantante sostuvo que “ama mucho” a la ex Hannah Montana. “Amaría conocerla y compartir mi visión de la música con ella”, compartió y agregó: “Es la mayor estrella de música y arte en la actualidad, es increíble”.
Recientemente, se conoció que Nathy Peluso va a formar parte del segundo álbum de Trueno. “Yo colaboro poco, porque me gusta primero conectar mucho con el artista y realmente sentir que es un proyecto especial y que los dos vibramos. No me gusta hacer colaboraciones estratégicas ni nada así, yo sólo lo hago por la música” confesó la argentina.
Con 27 años y un solo disco editado, Calambre (2020), viene acumulando reconocimientos. El material ganó en la categoría mejor álbum de música alternativa en los Premios Grammy Latinos 2021 y estuvo nominado a mejor álbum latino de rock o música alternativa en los Premios Grammy 2022. No conforme con eso, Peluso ganó 4 premios Gardel 2021 (incluidos mejor álbum pop alternativo, mejor nuevo artista, mejor grabación del año y mejor álbum/canción de música urbana/trap por su colaboración con Bizarrap).
Además, tiene casi 5 millones de seguidores en su cuenta de Instagram, el último video que compartió en su canal de YouTube, “Delito”, tiene más de 54 millones de vistas, además fue una de las dos argentinas convocadas para presentarse el festival europeo Coachella, también para el Sonar en Barcelona. Como si fuera poco, tiene 7 millones quinientos mil oyentes mensuales en Spotify, y sus temas “Delito” y “Buenos Aires” suman casi 100 millones de escuchas. Ni hablar el número que alcanzan sus colaboraciones: el tema que hizo con Bizarrap tiene 187 millones de reproducciones en la plataforma de streaming y “Ateo”, canción que hizo con C. Tangana -el español que logró imponerse en el mundo del trap-, suma 90 millones. Números desorbitantes incluso pensando en artistas internacionales.
Tal compartió con el diario La Nación meses atrás la cantante afirmó que su éxito se debe al “trabajo de hormiga” que dijo haber realizado desde que, a sus 9 años, debió dejar el barrio porteño de Saavedra para mudarse con su familia a la ciudad española de Alicante en busca de paliar la crisis que padecieron en Argentina. Las diferentes tonadas que adopta en sus canciones hablan de esa capacidad de adaptarse a diferentes culturas y nutrirse con sus particularidades. Al respecto, reconoció: “Las sonoridades de los acentos que me han rodeado siempre son una de las tantas cosas que me han conformado como persona, mujer y artista”.
Hija de un psicólogo y una profesora de inglés, la niña que creció en tierra extranjera también vivió en Murcia y Madrid hasta instalarse en Barcelona. “Somos una familia humilde, de trabajadores, y ellos (sus padres) querían el mejor futuro para mi hermana (quien está arrancando su carrera musical como Sofía Gabanna) y para mí. Se embarcaron en una aventura que nos enseñó a superarnos. Ser inmigrante te obliga a eso. Pero siempre mantuvimos el amor por nuestras raíces. Seguimos siendo muy argentinos en nuestra vida cotidiana. Cocinamos nuestras tartas y nuestras milanesas y tenemos siempre una gran nostalgia”, contó al matutino.
Sus cambios de residencia tuvieron que ver con estudios inconclusos: comunicación audiovisual y teatro físico. Dentro de la carrera Pedagogía, las artes visuales y la danza fueron las dos disciplinas que abordó antes de dedicarse a la música. Pero también sus migraciones tuvieron que ver con romances y con una búsqueda que recién terminaría con el lanzamiento de Esmeralda, su primer disco recopilatorio. Antes, Nathy caminaba las calles de Madrid rapeando rumbo a su trabajo en un hostal o en un restaurante, donde era mesera. También cantaba covers en hoteles, a los 16 años. Más tarde se animó y llevó su música a YouTube. Su incursión en la prosa tuvo que ver con otro trabajo temporal: escribía poesía por encargo, le daban una palabra y ella entregaba un poema para hacerse algo de plata en las calles y el subte de Madrid. Algo que la llevó a meterse en el rap y en el hip hop y a convertirse en una compositora casi sin darse cuenta. “Que venga una persona y te pida un poema que tenés que redactar en cinco minutos como máximo, porque hay una cola y estar comprometida con la calidad porque eso es algo que yo nunca abandono. Era un reto que luego me hizo tener muchas herramientas para ser letrista”, confesó y agregó: “Escribir en verso con rapidez es algo difícil, sobre todo por mantener el juego de lo cotidiano, de la metáfora, del no irse a lo cliché y no usar palabras demasiado azucaradas. A mí me gusta escribir con elegancia”.
Para agendar
Nathy Peluso se presentará este martes, desde las 21, en el salón Metropolitano del Shopping Alto Rosario. Anticipadas, a 4000 pesos, en boletería de Metropolitano y turboentrada.com
