«Es como escribir una carta», sintetiza Bruno Correa, impulsor del proyecto La Newsletería, que recoge esta creciente modalidad de contar historias. Se trata de un colectivo del que participan siete periodistas y comunicadores que comparten una lectura sobre el periodismo actual: piensan que es un oficio en crisis en el que hubo un quiebre en el pacto de lectura.
«Creo que las estrategias o el modelo de negocios de los últimos años está más relacionado con la búsqueda de métricas que puedan favorecer la venta de espacios publicitarios en los medios digitales. Y esto ha llevado a ejercer ciertas prácticas que tienen que ver con el clickbait, con el posicionamiento en redes sociales, con títulos engañosos que sirvan de anzuelos para poder captar un link. Y con que no importe tanto si el lector realmente encuentra una información de calidad o si se queda leyendo más notas, sino solo que haga click para engordar las estadísticas que son las que después se muestran a las marcas para venderles publicidad. Todo esto hizo que haya una desconfianza cada vez más grande de parte de los lectores para con los medios de comunicación y creo que eso ha redituado también o ha desembocado en una cada vez más escasa cantidad de periodismo de calidad en los medios de comunicación», explicó Correa.
A partir de este análisis, se lanzaron al proyecto de La Newsletería. Cabeza de Pelota, que es el newsletter que escribe Correa, es el más antiguo y ya lleva 37 envíos. Cuenta historias de fútbol vinculadas a curiosidades y no a la actualidad. Sale los domingos y el resto de los días de la semana se completan con: los lunes Santa Rosca, escrito por Pablo Fornero sobre la política de Santa Fe; los martes Lectora Voraz, por Paula Turina, sobre literatura y libros; los miércoles Palabras Mayores, por Georgina Paladino, donde rescata historias de adultos mayores; los jueves Curiosa Neurona, por Verónica Peirano, sobre divulgación científica salud; los viernes Siempre Cyborg, Nunca Diosa, de Ivana Mondelo, sobre cultura digital y ciberactivismo con perspectiva de género; y los sábados 10 mil KM, de Andrés Actis, donde reconstruye historias y noticias que están permanentemente vinculando Argentina con España.
Correa contó que hace tiempo viene siguiendo el desarrollo de los newsletters en distintas partes del mundo y Argentina. La idea de tomarlo como un soporte para ejercer el periodismo se le volvió cada vez más interesante.
«El newsletter te da la posibilidad de una llegada muy distinta al lector. La bandeja de entrada de tu correo electrónico es el lugar más personal que tenés en el espacio digital, controlás lo que entra, lo que no querés que te llegue y controlás cuándo lo vas a leer y eso es súper importante. Un correo electrónico te llega y no tenés que abrirlo al instante, salvo que sea por algo urgente. Pero si no es urgente, el correo queda ahí y vos te podés tomar tu tiempo para leerlo. El newsletter no se va, no es una noticia, no es un minuto a minuto de un portal de noticias que está permanentemente actualizando información y que por ahí una nota no la leíste y después por ahí te cuesta volver a encontrarla», cuenta el periodista.
A su vez, puntualiza que al tener un formato de carta lleva firma y eso reafirma la credibilidad y el vínculo a construir con el lector.
Para Correa, las posibilidades del newsletter son infinitas: «Es un formato absolutamente noble con el cual podés estar experimentando todo el tiempo». Y, agregó, «al entrar en un lugar muy especial, muy personal, muy íntimo de una persona genera otro tipo de vínculo».
En este link medium.com/lanewsleteria se pueden encontrar todos los newsletter y su correspondiente suscripción.
