Se cumplirán este miércoles 36 años de una de las historias más pintorescas de los tiempos del concurso de Pronósticos Deportivos (Prode), cuando los jugadores de Racing de Córdoba dependieron de sí mismos para alcanzar el total de 13 puntos y en efecto lo consiguieron, pero la recompensa estuvo lejos de lo que esperaban.
Allá por mayo de 1984 el Prode suponía un fluido articulador social, aun cuando no gozara de la expectación ni de la difusión de sus orígenes, que se remontaban al 27 de febrero de 1972 y habían alumbrado el legendario “caso Negrete”.
En la versión inaugural del Prode había resultado ganador un obrero textil de nacionalidad paraguaya, a cuyos flamantes 400 millones dio rápido traslado a su país en una huida desatada por el escándalo provocado por la denuncia de Fabiana López, una verdadera pionera de la unión convivencial que acudió a la televisión y en condición de concubina reclamó parte del premio de Mercedes Ramón Negrete.
Poco más de 12 años después fueron los jugadores de Racing de Córdoba los que protagonizaron un episodio de singular trascendencia en aquellos días.
Cuando en el anochecer del domingo 6 de mayo de 1984 entraron al vestuario local de la cancha de Instituto, donde al rato jugarían con Ferro Carril Oeste por el Torneo Metropolitano, cayeron en la cuenta de que sumaban 12 puntos en otros tantos partidos que ya se habían jugado y que el éxito de la tarjeta que habían confeccionado en la semana dependería de sus propias destrezas.
Así planteado el escenario, el de por sí buen equipo que de hecho marchaba en la tercera ubicación, supo honrar la motivación adicional y se impuso a Ferro por 2-1 con sendos goles de Roberto Gasparini, el “Pato”, el decisivo mediante un portentoso tiro libre ejecutado a cinco minutos del final.
Salvo los protagonistas directos y un puñado de allegados, nadie terminó de interpretar una extendida celebración en el mismo campo de juego: después de todo, el campeonato era largo y recién iban por la sexta fecha.
El jolgorio se prolongó en las duchas, en los vestidores y hasta pasada la medianoche en una cena que salió un dinero importante, pero la presunción de un suculento reparto de billetes se desvaneció el lunes cuando se dio a conocer el número de apostadores que habían rubricado los tan anhelados 13 puntos del Prode.
En aquel concurso 561, de cuyo partido de cierre se cumplirán mañana 36 años, resultaron ganadoras 94 tarjetas, de modo que los jugadores de Racing de Córdoba repartieron el módico premio, incluso entre el cuerpo técnico, bajo la sombría certeza de que habían sido víctima de una célebre ocurrencia del humorista Pepe Biondi: “Qué suerte pa’ la desgracia”.