La novela en Oceanía parece atravesar su momento más álgido. En medio de la disputa con Nueva Zelanda, en Australia están utilizando todas las estrategias para lograr volver a competir con cinco franquicias. En medio de la negociación con los kiwis, los dirigentes australianos tienen la soga al cuello en cuanto a la salud económica, y necesitan no sólo jugar el Championship, sino definir qué más van a jugar para generar divisas. Por ese motivo, ayer la Unión salió a ofrecer distintas propuestas de competencias para ofrecer los derechos a las cadenas de televisión.
La puja con Nueva Zelanda es por la cantidad de franquicias, ya que los kiwis no quieren a las cinco franquicias australianas, y aceptan tres o cuatro con la idea de sumar un equipo de las Islas del Pacífico y tal vez uno japonés. En Australia, cuando les llegó el ofrecimiento neozelandés, tuvieron un ataque de furia: el “ninguneo” por parte de la dirigencia kiwi no fue aceptado.
Y en medio de las charlas, los australiano expresaron que si no llegan a un acuerdo –ayer dieron un ultimátum de tres semanas para que Nueva Zelanda responda-, en Australia se podría jugar un Súper Rugby con los equipos locales, uno de Fiji, otro de Japón y Jaguares, aunque por ahora son sólo rumores de la prensa aussie. Ningún dirigente se hizo cargo y en Argentina ningún dirigente –ni siquiera en off- reconoció haber recibido mensajes sobre esta idea.
Ayer, el director ejecutivo interino de Rugby Australia, Rob Clarke, le dijo al sitio web Ultimaterugby: “Haremos lo que sea mejor para el rugby australiano, hemos estado trabajando duro en una variedad de modelos de competencia, no solo para el Súper Rugby, sino para todos los niveles del juego”.
Además, el dirigente expresó: “Tenemos una amplia gama de nuevos derechos que estamos incluyendo en este paquete y estamos muy entusiasmados con parte de ese nuevo contenido. A nivel de Súper Rugby para 2021, hemos incorporado dos opciones, una es un modelo solo nacional y la otra es un modelo trans-Tasman (NdR: Súper Rugby con Nueva Zelanda)”.
Por último, y donde ingresa la posibilidad de incluir a Jaguares o mejor dicho un equipo sudamericano, Clarke dijo: “Tenemos algunas iniciativas nuevas que también estamos incorporando. Un Súper 8, que es una competencia cruzada de cuatro semanas al final de nuestra competencia nacional que incluye a los equipos mejor clasificados de Nueva Zelanda, Sudáfrica, Japón y América del Sur”.
No hay muchos más datos. Se entiende que sería para la segunda parte de mayo o junio, siendo el hueco en el calendario, antes de la competición de los seleccionados, desde julio con la ventana internacional y luego con el Rugby Championahip.
Por ahora, salvo que se reciba una invitación desde Sudáfrica, y una ayuda económica para afrontar los gastos, Jaguares en 2021 competirá en la Súper Liga Americana, certamen que organiza Sudamérica Rugby y que la primera edición en 2020, se vio truncada por la pandemia.
Igualmente Jaguares, para poder ir a jugar el Súper 8, deberá ganar la Slar, para poder competir con los dos mejores equipos de Nueva Zelanda, Sudáfrica y el mejor de Japón. Un muy interesante incentivo para la franquicia argentina, que jugará en un nivel menor del que estaba acostumbrado desde 2016.
Habrá que esperar, hasta el momento en el hemisferio sur no hay definiciones sobre la competencia a disputarse en la próxima temporada, lo único seguro es que no se jugará el Súper Rugby como lo conocimos. Los torneos domésticos de Nueva Zelanda y Australia, fueron un éxito, pero son una solución momentánea, los mismos protagonistas lo han declarado. Argentina propone un año de transición y después volver al viejo esquema. Sin Agustín Pichot en World Rugby, al rugby argentino le costará un poco más avanzar en determinadas negociaciones.
Nadie sabe que va a suceder en 2021 respecto a la pandemia, cuáles serán las políticas de viajes entre países, y cómo se comportará la economía. Lamentablemente, hoy Argentina puede proponer alternativas, y decidirse por una en la que no esté en juego su salud económica, pero para tomar un camino, deberá esperar el veredicto de los otros.