En noviembre, justo cuando se cumpla un año de su muerte, llegará a la Argentina la novela póstuma de la escritora española Almudena Grandes titulada Todo va a mejorar, una historia de corte futurista que se anticipa como una suerte de distopía política en la que un partido encabezado por un empresario llega al poder para imponer un estado totalitario donde el acceso a internet es restringido y se alternan sucesivas pandemias que se presentan como la excusa para imponer un sistema de patrullaje estatal.
La obra póstuma en la que trabajó la autora de Las edades de Lulú hasta días antes de su muerte, ocurrida el pasado 27 de noviembre por un tumor maligno, llegará primero a España, donde su publicación está prevista para el 11 de octubre, y semanas después hará su desembarco en Latinoamérica, de acuerdo al plan editorial difundido en los últimos días.
Según el comunicado de prensa, «todas ellas serán medidas extraordinarias porque el país se enfrenta a nuevas formas de pandemia que exigen velar ante todo por la seguridad». Ante este escenario, «un grupo de mujeres y hombres corrientes se atreverán a desmontar las mentiras del nuevo régimen en el que todo aparenta mejorar, cuando en realidad se vive bajo los abusos de poderosos sin escrúpulos”.
“Es una novela coral de anticipación política que contiene el retrato colectivo de Los besos en el pan y la intriga de los resistentes de los Episodios de una guerra interminable, a través de una inolvidable galería de personajes que, en un país que ha sufrido fuertes sacudidas, no quieren resignarse”, adelanta la editorial.
Un mes después del fallecimiento de la escritora, su editor, Juan Cerezo, había contado a algunos medios españoles que en los inicios de la pandemia, Grandes le contó que se le “había disparado una historia”, que terminó convertida en esta obra. “Los primeros meses ella decía que su refugio era esa novela, que la tenía completamente absorbida porque era un paso más allá en su músculo imaginativo. Su última voluntad fue que se publicara”, sostuvo por entonces el editor.
La novela de inminente publicación toma distancia de la revisión histórica que la autora emprendió en 2010 con Inés y la alegría. Aquel fue el primer título de los seis con los que Grandes se propuso ficcionalizar la resistencia antifranquista entre 1939 y 1964. Logró concluir y publicar cinco libros de este proyecto, inspirado en los Episodios nacionales de Benito Pérez Galdós, en los que mezclaba personajes ficticios con figuras reales. La madre de Frankenstein, que se publicó en la Argentina en 2020, fue la última entrega de sus Episodios de una guerra interminable, ya que el título con el que cerraría, Mariano en el Bidasoa quedó inconcluso por su muerte. En los próximos meses se estrenará también la adaptación como serie televisiva de Los pacientes del doctor García, la cuarta entrega de esa serie con la que la autora obtuvo el Premio Nacional de Narrativa en 2018.
Por otro lado, como parte de los cuantiosos homenajes que se siguen sucediendo desde su muerte, se anunció el lanzamiento del Premio de Novela Almudena Grandes, que reconocerá a una obra publicada en el año anterior que se destaque por sus valores dentro de la novela social.
El certamen fue presentado en la ciudad española de Sevilla, en un acto presidido por el director del Instituto Cervantes y viudo de la escritora, Luis García Montero, junto al alcalde de esa ciudad, Antonio Muñoz. Con un jurado presidido por el propio García Montero y compuesto por los escritores Felipe Benítez Reyes, Sara Mesa, Eduardo Mendicutti y la directora del diario El País, Pepa Bueno, la distinción se entregará el próximo otoño español y tendrá una dotación de 10 mil euros.
A lo largo de su vida, la escritora Almudena Grandes fue distinguida con el Premio de la Fundación Lara, el Premio de los Libreros de Madrid y el de los de Sevilla, el Prix Méditerranée, el Jean Monet, el Premio de la Crítica de Madrid, el Premio Elena Poniatowska, el Sor Juana Inés de la Cruz y el Premio Nacional de Narrativa. De forma póstuma, recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y el título de Hija Predilecta de Madrid. Varias bibliotecas españolas llevan su nombre, así como en breve lo tendrá también la Estación de Atocha de Madrid.