Ángela Paola Ríos tenía 24 años, vivía en barrio Las Flores con sus padres y sus tres hijos. Los familiares cuentan que era una chica alegre, apasionada hincha de Newell’s, y esperaba un cuarto hijo. El lunes por la mañana su cadáver apareció tendido sobre la vereda frente a una torre del barrio Grandoli, también conocido como Fonavi del Parque del Mercado, en zona sur. Su familia asegura que a la joven, a quien todo el mundo conocía como Anyi, la obligaron a prostituirse y la asesinaron arrojándola desde un departamento en el 7º piso. La madre de la víctima quedó shockeada tras reconocer el cuerpo, no sólo por el desconsuelo de ver a su hija muerta sino porque le habían cortado un dedo. Por el caso está detenido un hombre de 52 años que vive allí.
La familia de Anyi se enteró el lunes por las noticias de que una chica había sido encontrada muerta en barrio Grandoli. Era un cuerpo sin identificar, aunque ellos ya temían lo peor. La certeza llegó cuando la madre reconoció el cuerpo en la morgue, y lo que vieron causó estupor y más preguntas. Aseguran que un dedo de la mano había sido amputado y tenía rasguños en la cara y marcas de golpes. “Tenemos fotos”, dijeron. Sus testimonios contradicen a la fiscal del caso, Marisol Fabbro, quien en conferencia de prensa dijo que el cuerpo “no tenía otro tipo de heridas”.
Tampoco les cierra a los familiares que la ropa que llevaba la chica fuese la misma de hace cinco días atrás. Porque Anyi, quien estaba embarazada de tres meses, se cambiaba de ropa todos los días, contaron.
La semana previa a su asesinato, la familia estaba preocupada. No la veían en persona desde cinco días antes, situación muy rara, porque “ella siempre estaba en contacto y se ocupaba de sus hijos”. Contaron que las últimas veces que hablaron por celular sonaba intranquila. “Como si Paola se estuviese escondiendo de alguien, y no quería decir dónde estaba”. El domingo a las 12 de la noche se comunicaron con ella por última vez. El tenor de la conversación fue el mismo. “Nos pareció extraño, hablaba como si se estuviese escondiendo”, dijo Gladis, tía de Anyi, a El Ciudadano. Más raro aún les pareció el pedido de la chica: “Quería que el martes llevemos los chicos de ella a la plaza del Che y ella los iba a pasar a buscar”.
La hipótesis de la familia es que Paola estaba raptada en barrio Grandoli y allí la obligaban a prostituirse. Y descartaron de plano que la chica se hubiera arrojado por su cuenta. “Un muchacho del barrio nos aseguró que vio cuando alguien la empujó”, dijeron.
También mencionaron a un hombre que “la tenía amenazada”, pero no saben si es el detenido, Norberto R.
Este viernes Norberto R., el hombre de 52 que vive en el piso 7° de una torre del barrio, enfrentará la acusación formal por el femicidio en una audiencia ante la fiscal de Homicidios Dolosos Marisol Fabbro. La imputación estaba prevista para este miércoles, pero fue suspendida porque el hombre sufrió una descompensación, indicaron voceros del caso.
Cuando fue detenido, el hombre le dijo a la Policía que había tenido un encuentro ocasional con la mujer y mencionó el nombre de la chica, “Paola”, y que ella había pasado la noche en su casa. Y que se enteró de que “saltó” por la mañana, cuando salió a pasear al perro. Sus dichos no convencieron a la fiscal, que recolectó testimonios que describieron al sospechoso como una persona “problemática”.
“Queremos justicia. Queremos saber qué pasó. Que no quede así”, remarcó Gladis. A las 6.30 de la mañana, familiares y amigos de Anyi se concentrarán en barrio Las Flores para movilizarse hasta Tribunales. “Pedimos que nos apoyen en la lucha para que se haga justicia y esto no quede impune. Por ni una menos”, reza la convocatoria.
