El director regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge, advirtió hoy que una vez que se supere la primera ola de contagios de coronavirus «es esencial prepararse para una segunda o tercera», en momentos en los que varios países europeos empezaron a flexibilizar las medidas de confinamiento.
Con casi la mitad de los países europeos (21 de 44) relajando las medidas de aislamiento social tomadas para frenar la pandemia de Covid-19, Kluge advirtió que la situación en ese continente «sigue siendo grave, y aunque hay una estabilización en la parte occidental la gráfica de nuevos casos se mantiene en ascenso en el este».
El funcionario resaltó que países como Rusia, Ucrania o Bielorrusia aún muestran esa tendencia ascendente.
El continente acumula el 63% de las muertes en el mundo por la Covid-19 (129.000 en los países europeos), pero sólo el 46% de los casos, con 1,4 millones de contagios.
Kluge advirtió a los 21 países que iniciaron las reaperturas de comercios y están relajando los confinamientos, y a los 11 que están ya elaborando estrategias similares, que «deben permanecer en vigilancia y dispuestos a tomar otras medidas si es necesario, ya que este virus no perdona».
El coronavirus «no perdona» y por eso los países que están pasando a la fase 2, considerada de apertura, deben «permanecer vigilantes y pacientes, listos para establecer de nuevo las medidas» de contención «cuando y donde sea necesario» sostuvo según informó la agencia de noticias EFE.
El experto belga también pidió que en la actual emergencia sanitaria autoridades y familias no olviden la necesidad de vacunar a los niños contra enfermedades como el sarampión, la rubeola, la difteria o la parotiditis, pese al temor de algunos padres a llevar a sus hijos a centros sanitarios en las actuales circunstancias.
En relación a posibles rebrotes del virus, el funcionario de la OMS señaló que «es necesario estar preparados» y reiteró que de ahora en adelante la sanidad pública debe tener preeminencia en la sociedad.
En la pandemia de coronavirus «hemos visto la velocidad con que incluso los mejores sistemas sanitarios pueden ser devastados. La salud debe estar al tope de la agenda política. Sin salud no hay economía y no hay seguridad. No hay que olvidar esta lección», subrayó, invitando a todos los países a «tener una sanidad pública fuerte».