El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, presentó ayer el esperado informe de un equipo de expertos que confirmó el uso de gas sarín en un ataque en Siria, el 21 de agosto pasado, que dejó 1.400 muertos. Lo calificó como “un crimen de guerra” y advirtió que “no puede quedar impune” pero adelantó que “son otros los que tienen que decir quién las usó y determinar responsabilidades”.
El secretario general de la ONU informó que la misión de expertos independientes que viajó en agosto pasado a Siria “confirmó, de manera objetiva e inequívoca, que se usaron armas químicas” en el bombardeo en Ghouta, en las afueras de Damasco, y aseguró que “se trata del peor ataque con armas químicas contra civiles del siglo XXI”.
“Insto al Consejo de Seguridad a actuar inmediatamente. Después de dos años y medio de tragedia, es tiempo que el Consejo de Seguridad muestre liderazgo”, reclamó Ban, en referencia a la guerra civil que ya dejó más de 100.000 muertos y cerca de dos millones de refugiados.
A lo largo del conflicto sirio, el Consejo de Seguridad no emitió ninguna resolución relevante debido a un enfrentamiento entre los miembros permanentes con poder de veto.
Por un lado, los aliados declarados de las milicias sirias que intentan derrocar al gobierno de Bashar al Assad –Estados Unidos, Francia y Reino Unido–, y, por el otro lado Rusia, y China, siempre reticentes a autorizar una intervención militar en otro país.
Durante cinco días, el equipo encabezado por el profesor sueco Ake Sellström entrevistó a médicos, testigos y sobrevivientes, tomó muestras de sus cabellos, sangre y ropas, y del suelo en Ghouta.
El 85 por ciento de las muestras de sangre que fueron analizadas confirmaron que las víctimas habían estado expuestas a gas sarín, mientras que 34 de los 36 pacientes seleccionados para el informe mostraron evidencias de envenenamiento, según explicó ante el Consejo de Seguridad el secretario general de la ONU.
Rusia pide a Occidente que no se precipite
El embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, pidió a sus colegas occidentales que no se “precipiten” y den tiempo a “leer el informe”. Por su lado, para Samantha Power, embajadora de EE.UU ante Naciones Unidas., “los detalles técnicos del informe dejan claro que sólo el régimen sirio pudo lanzar ese ataque”, y para el jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, se “refuerza la posición de quienes dijeron que el régimen es culpable”.
“El contenido del informe es contudente; confirmó el empleo masivo de gas sarin (…), no hay ninguna duda sobre el origen del ataque”, declaró Fabius a la radio RTL.
Estados Unidos ya había dicho que en el ataque en Ghouta se habían usado armas químicas y que no tenía dudas de que el gobierno de Assad era el responsable.
Durante semanas, el presidente estadounidense, Barack Hussein Obama, promovió la idea de un ataque militar contra Siria en castigo por haber usado armas químicas en Ghouta, pero luego tuvo que suspender los planes por falta de apoyo político tanto dentro su país como de parte de otras naciones.
La misión de expertos de la ONU había llegado a Damasco el 18 de agosto, tras meses de esperar la autorización del gobierno sirio, para investigar otros supuestos casos de uso de armas químicas contra civiles, denunciados por los dos bandos.