Las Asambleas son un lugar donde los socios pueden expresarse y forman parte de la vida política de los clubes. Y desde hace tiempo en Newell’s dejaron de ser una simple reunión, donde en 5 minutos 200 socios aprobaban un Balance o un Presupuesto sin objeción alguna. Por eso la convocatoria para el miércoles, en la cual se busca aprobar la Memoria y Balance del ejercicio 2016/17, tiene una previa con muchos matices políticos que presagian una Asamblea con mucho disenso y un final abierto.
La Asamblea ya viene complicada desde el vamos. Por Estatuto, la convocatoria debió ser para mediados se septiembre y la dirigencia la postergó un mes, lo que generó enojo de parte de las agrupaciones opositoras, que incluso presentaron una queja formal en Inspección General de Personas Jurídicas (IGPJ).
Finalmente la convocatoria es para el miércoles a las 18, en el estadio cubierto del club, escenario que se decidió en forma conjunta entre la dirigencia y las agrupaciones en una reunión que mantuvieron hace unos diez días con el secretario José Menchón.
La elección de estadio cubierto no es casualidad, ya que en la Asamblea de aprobación de Presupuesto del mes de junio concurrieron más de 800 personas y el lugar designado para su desarrollo (el microestadio denominado el Panteón) quedó chico. Lo que generó discusiones ajenas al tratamiento de un presupuesto que fue rechazado de forma abrumadora.
Y esta vez la situación aparece aún más compleja. El “arco” opositor integrado por muchas agrupaciones, que desde hace un tiempo señalan un marcado disenso con la actual dirigencia, ya definió “no aprobar” el balance. Pero como este rechazo podría significar una situación conflictiva, la postura que se definiría en las próximas horas sería solicitar un “cuarto intermedio” para poder revisar mejor la documentación respaldatoria.
“Nos entregaron el balance el sábado y es imposible tener un análisis serio en tres días. Pero si el auditor externo que lo revisó encontró razones para no aprobarlo, desde nuestro lugar vemos difícil tener otra interpretación”, coincidieron los contadores del arco opositor que están revisando el balance.
Obviamente el socio que vaya a la Asamblea tendrá cuatro posibilidades: aprobar el balance, rechazarlo, abstenerse o solicitar un cuarto intermedio. Y la postura de las agrupaciones opositoras sería solicitar esta postergación avalada por el estatuto.
El artículo 20 señala que “Las Asambleas deberán declararles en sesión permanente y producir resolución sobre los asuntos incluidos en el orden del día. En caso de tener que pasar a cuarto intermedio, este no podrá exceder de diez días, lo que no requerirá nueva citación”.
¿Qué sentido tiene un cuarto intermedio? Si la mayoría de los votos van por esta moción, la oposición considera que podrá requerir mayor documentación respaldatoria del Balance, para luego votar con los números más claros. Pero fundamentalmente significaría una derrota política para el oficialismo, que podría obligarlo a sentarse con los opositores o al menos escucharlos un poco más.
“La Asamblea es el órgano máximo de gobierno. Y si triunfa la postura del cuarto intermedio, una posibilidad es que solicitemos que un grupo de cinco contadores ingresen al club y controlen los papeles que hacen al balance. U otra alternativa es pedir levantar el secreto profesional del contador externo que auditó el Balance y pedirle sus papeles de trabajo”, señaló Federico Ripani, de Pertenencia Leprosa.
Un temor que rondó las dos últimas Asambleas de aprobación de Balance fue que un rechazo del mismo implicaría una intervención del club. Por ese motivo las dos últimas convocatorias en tal sentido tuvieron un rechazo al Balance, pero la postura mayoritaria fue la abstención, por lo cual los estados contables se aprobaron con escasos votos positivos.
Pero ni el Estatuto del club, ni el de la Superliga, ni la Ley de Salvataje hace referencia a esta situación. Y un rechazo al Balance sería un dolor de cabeza para la dirigencia, pero de ninguna manera debería provocar una intervención del club.
“Nada dice que rechazar el Balance implique intervenir el club. Ese miedo lo quiere imponer el oficialismo”, coincidieron los socios opositores.
“No podemos aprobar un Balance que ni siquiera aprobó el auditor externo. Nuestra postura será pedir un cuarto intermedio. Aprobarlo sería una irresponsabilidad”, confesó Daniel Giraudo, de ADN Leproso.
“Vamos a empezar a ver los papeles mañana (por hoy). De lo que surja y si llegamos a tiempo se verá qué decidir. Queremos lo mejor para el club”, señaló Ariel Moresco, de Movimiento 1974, en una postura un poco más moderada.
Lo cierto es que el arco opositor ya tiene decidido pedir un cuarto intermedio. Y si triunfa esta postura, es posible que en el corto plazo el Balance pueda ser rechazado. Una situación que generaría un nuevo dolor de cabeza para una dirigencia que no para de recibir golpes.