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La oscuridad y el tono apocalíptico en tiempos de pandemia marcan el final de la serie «Dark»  

Baran bo Odar y Jantje Friese, creadores de la aclamada serie alemana, aseguran que sienten la responsabilidad de atar los cabos sueltos en la compleja trama de viajes en el tiempo, sectas y líneas temporales en la tercera y última temporada que llegará este sábado a la plataforma Netflix

Baran bo Odar y Jantje Friese, creadores de la serie alemana de ciencia ficción Dark, aseguraron que sienten la “responsabilidad de atar todos los cabos sueltos” en la compleja trama de viajes en el tiempo, sectas y múltiples líneas temporales en la tercera y última temporada que llegará este sábado a la plataforma de contenidos streaming Netflix.

“Creíamos que la serie sería un fracaso, somos muy pesimistas, y pensamos que esta historia alemana, tan oscura, compleja y rara no tendría tanta audiencia”, confesó Odar a la agencia de noticias Télam en relación con la manera en la que Dark consiguió trascender fronteras y cultivar una importante masa de fanáticos en lugares distantes como en gran parte de Latinoamérica.

Los guionistas y directores Baran bo Odar y Jantje Friese.

De hecho, en toda la región, son cientos de miles los espectadores de todas las edades que se dejan llevar por una trama laberíntica con hasta tres intérpretes diferentes para cada personaje, cada uno representado en distintas edades y en momentos de la historia de los siglos XIX, XX y XXI y hasta en universos paralelos. A tal punto, que los fans analizan las pistas y elucubran teorías en redes sociales que aventuran una explicación a las numerosas incógnitas que plantea la serie.

Incluso el mes pasado, y en el contexto de la cuarentena por la pandemia de coronavirus en los distintos países de Latinoamérica, la cuenta local del gigante del streaming organizó un «Mundial de series de Netflix» a través de su cuenta de Twitter, con la sorpresa de que luego de tres millones de votos, Dark se reveló como campeona al imponerse ante fenómenos mundiales como Stranger Things o La casa de papel.

Incógnitas sin fronteras

“Realmente nos sorprendió y nos emocionó mucho saber que había tanta gente en el mundo que apreciaba esta historia que creíamos que estábamos haciendo sólo por placer, porque nos gustaba a nosotros”, reconoció el suizo nacionalizado alemán Baran bo Odar, que dirigió cada episodio y que coescribió toda la serie con su esposa, Jantje Friese.

La tercera temporada vuelve a seguir a Jonas (Louis Hofmann en su versión juvenil) en su épico recorrido por diferentes líneas temporales de la ficticia localidad de Winden, una suerte de pueblo chico, infierno grande en la que todos están misteriosamente conectados y condenados al Apocalipsis.

En la serie, el fin del mundo ocurre el 27 de junio de 2020, y por eso el estreno de los últimos ocho episodios este sábado, por lo que Jonas seguirá en un último esfuerzo por manipular los eventos de la historia de la ciudad y así lograr evitarlo.

Desde su casa en Berlín y por videollamada, Odar y Friese conversaron con Télam sobre el destino trágico del héroe-antihéroe Jonas, su compromiso con el público por ofrecer un cierre a la altura de las expectativas y las similitudes entre el clima de la serie y la época que atraviesa el mundo.

En ese contexto Friesen expresó: “Muchas de las incógnitas de la serie serán respondidas y los nudos en el cerebro van a ser desatados. Creo que al ver cómo todo llega a su fin será una experiencia muy emotiva”. Y respecto de cuál es su mirada sobre los finales de series, dado que en ocasiones los creadores deciden dejar finales abiertos a la interpretación, o directamente inconclusos, evaluó: “Creo que como cineastas hay una responsabilidad para con el público, de hacerlos sentir que son llevados en buenas manos. Especialmente para una serie de misterio como Dark existe una responsabilidad de atar todos los cabos sueltos, pero al mismo tiempo se quiere crear la posibilidad de que el programa siga viviendo después del último episodio. Entonces es bueno dejar algún pequeño misterio y elementos abiertos para que el público pueda volver, revisitar la historia, intentar descifrarla”.

Apenas comenzada la nueva temporada, Jonas, el protagonista, descubre que él no existe en el segundo universo o mundo paralelo pero que allí, al igual que como ocurrió en su mundo, el Apocalipsis sucede de todas formas. En ese sentido, y en relación a cómo afecta esta nueva información a este chico que desde el comienzo carga con el peso de saberse tanto el héroe como el villano de la historia, la realizadora se explayó: “Nos parecía muy interesante que Jonas tuviera que reconciliarse no sólo con la nueva situación, que existe un segundo universo o dimensión en la que todo esto está ocurriendo, sino con cómo él se conecta con este nuevo mundo, porque estuvo intentando resolver todo por su cuenta y quizás necesite algo de ayuda”.

La serie tiene además múltiples líneas temporales, arcos narrativos, viajes en el tiempo y la incorporación ahora de un mundo paralelo. En ese sentido, Baran bo Odar evaluó cuál fue el desafío principal a la hora de crear este entramado: “Para ser honesto, es una historia muy compleja y cada área tuvo sus dificultades, empezando por el momento de la escritura, pero también la dirección, el vestuario, las locaciones. Todo tenía que estar en sintonía para que tuviera sentido. Al final, todo se resume a no perder el hilo, porque normalmente no se rueda de forma cronológica y lo más importante era no cometer errores. Sobre el final, después de tres temporadas en tres años, ya no era tan complicado una vez que todos aceptábamos el código, la lógica interna de los viajes en el tiempo y la interacción entre las distintas versiones de un mismo personaje”. Y  sobre si eso cuenta para la mirada de los fans, profundizó: “Sí, creo que es una de las razones por las que el programa es tan exitoso. Porque los fanáticos entienden el código, comprenden cómo funciona la trama y se divierten con ella, elaborando sus propias teorías basadas en ese código”.

Finalmente fue Jantje Friese quien opinó acerca de la creencia que el miedo con el que vive el mundo en este momento resignifica la forma en la que se consume la serie. “Absolutamente. Creo que la falta de certezas con la que vivimos ahora hace que no sepamos cómo vamos a vivir en un par de meses, mucho menos en algunos años. Nadie sabe hacia dónde se dirige el mundo y Dark juega con esas ideas. ¿Adónde se dirige todo? ¿Por qué está pasando esto? Pone al descubierto ese sentimiento de Apocalipsis con el que estamos viviendo”.

 

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