La fiesta terminó en paz en Arroyito. Pero lejos del Gigante el final del Clásico dejó incidentes con hinchas de Newell’s.
Según informaron fuentes policiales, en avenida Pellegrini hubo varios focos de conflicto una vez que Néstor Pitana marcó el final del Clásico. En el tradicional bar de Pellegrini y Paraguay se congregó una importante cantidad de simpatizantes rojinegros para alentar a la distancia a los dirigidos por Juan Manuel Llop. Pero con la derrota consumada, se desataron peleas y hasta efectivos policiales debieron utilizar balas de goma para dispersar a los hinchas.
Los policías desplegados sobre Pellegrini debieron intervenir ante una serie de escaramuzas. Hubo piedrazos contra algunas vidrieras y corridas por la zona.
Además, también incidentes, aunque menores, en otros puntos de la ciudad. Así, se reportaron desmanes en zona sur (denuncia que en Cerrito al 5500 un grupo de hinchas disparó tiros contra un auto) y en zona oeste (en Urquiza y Bordabehere grupo de hinchas tiraron piedras contra un par de comercios).
Cabe destacar que el operativo de seguridad contó con unos 850 efectivos policiales, de los cuales 600 estuvieron abocados al Gigante y sus adyacencias y unos 250 a custodiar diferentes lugares de la ciudad.