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La palabra en español que existe y se puede pronunciar, pero no escribir

La RAE y la Fundéu reconocen el caso real y admiten que es una excepción "insólita e inexistente en otras lenguas"

La lengua española es un idioma rico y evolucionado, que actualmente es la segunda más hablada en el planeta (solo superada por el chino) y que además, cuenta con millones de estudiantes en todo el planeta.

Pero además de sus palabras, el idioma castellano cuenta también con curiosidades que lo hacen aún más rico de lo que es por su uso y su número de hablantes en el mundo.

Tal y como recoge Business Insider, la Real Academia Española de la Lengua, así como la Fundéu (Fundación del Español Urgente), admiten la existencia de esta anomalía en el lenguaje.

Como la propia Fundéu explica, «se introduce una excepción en el sistema ortográfico insólita e inexistente en otras lenguas: la de una palabra que no se puede escribir».

La palabra en español que se puede decir en lenguaje hablado, pero que no es posible escribir, según las actuales normas ortográficas, es el imperativo de ‘salirle’, en concreto cuando la forma verbal ‘sal’ del verbo ‘salir’ se combina con el pronombre enclítico ‘le’.

Sí se puede pronunciar («sal-le al paso»), pero no se puede escribir porque si unen esas palabras tendríamos salle y se pronunciaría diferente por llevar la ll, y el guión al que hemos recurrido en este artículo no se permite por las normas actuales.

«Este sería el único caso en el que aparecerían dentro de una palabra española dos eles contiguas, cada una de ellas perteneciente a una sílaba diferente, secuencia fónica cuya representación se halla bloqueada en nuestro sistema gráfico, puesto que concurriría con el dígrafo ll, que solo admite interpretarse como el fonema palatal lateral sonoro /ʎ/ —o, más comúnmente, debido al fenómeno del yeísmo, el palatal central sonoro /y/—», dice la RAE.

«Así pues, nuestro sistema ortográfico no cuenta con recursos para representar la secuencia fónica consistente en la articulación de dos eles seguidas dentro de una palabra, lo que en español resulta, por otra parte, absolutamente excepcional; las grafías salle al encuentro o sal·le al encuentro no se consideran, pues, correctas», añade la Real Academia.

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