Millones de nuevas cuentas bancarias y un crecimiento exponencial en el uso de dispositivos móviles y canales digitales para operaciones con dinero son las «secuelas positivas» que está dejando la pandemia de coronavirus en el país, donde las medidas de distanciamiento para mitigar contagios impulsaron una bancarización sin precedentes.
En ese sentido, sólo los bancos públicos habilitaron cerca de 2,5 millones de nuevas cajas de ahorro desde el inicio de la cuarentena, casi cinco veces más que todas las abiertas en el 2019.
Asimismo, ante la imposibilidad de realizar operaciones por ventanilla, cientos de miles de personas buscaron hacer trámites por canales digitales como el home banking y a las aplicaciones para dispositivos móviles que, en todos los bancos consultados por Télam, registraron aumentos de accesos y descargas.
«Lo que preveíamos que iba a ocurrir en tres años pasó en tres meses. La cuarentena fue un acelerador a fondo de un fenómeno que ya se venía viendo desde hace un tiempo», dijo a Télam Gustavo Valdemoros, Gerente General de Red Link, encargada de la operatividad de la mayoría de la banca pública en el país.
La clave de este fenómeno radica en el trasvasamiento de la mayoría del volumen de transacciones que se hacía en los canales físicos a digitales y, sobre todo, a los móviles que, si bien desde hace ya varios años crece a un ritmo muy alto, tuvo un impulso muy fuerte en los últimos meses.
Para el caso de la Red Link, los productos móviles, que antes de la pandemia no llegaban al 15% de las transacciones, ahora son el origen del 35% del total.
«Hay una realidad que en un cajero automático no se hacen varias transacciones diarias. En cambio, un home banking tiene un nivel de transacción mayor y más aún el mobile. Es un cambio cultural muy fuerte», analizó Valdemoros.
Y agregó: «La gente genera hábitos y costumbres como el cobrar la jubilación en el banco o usar el cajero automático de su red. Romper esa inercia es uno de los beneficios de la pandemia, ya que la gente se vio obligada a enfrentar estos cambios»
Una de las apariciones más fuertes de la cuarentena fue la billetera digital y caja de ahorro del Banco Provincia, «Cuenta DNI», que en los últimos tres meses registró más de 1,5 millones de descargas, de las cuales unas 550 mil se hicieron como vía para cobrar los 10.000 pesos del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
Entre los bancos privados, el Santander aseguró haber registrado un incremento del 60% en el volumen de transacciones, tanto en su aplicación para dispositivos móviles como para el Homebanking. El efecto también se replicó en los cheques electrónicos (Echeqs), cuyas 41 mil emisiones en junio significaron 14 veces veces más que las registradas en marzo.
«Los ingresos a Banca Internet y a nuestra aplicación aumentaron más del 90% en la cuarentena, superando el millón de ingresos diarios», dijo a Télam Milagro Medrano, gerente de relaciones institucionales y atención al cliente del Banco Macro.
El salto también alcanzó la apertura de 227.500 nuevas cuentas, de las cuales más de 80 mil se hicieron utilizando un procedimeinto completamente online.
Desde el Banco Comafi manifestaron a haber tenido alzas «totalmente inéditas» con incrementos del 68% para los accesos a través de home banking y mobile respecto a los niveles de adopción a banca digital pre-pandemia.
En el caso de las operaciones de pagos y transferencias, el ICBC registró subas del orden del 40% en los últimos meses y una aceleración en la tendencia al consumo digital vía compras on-line con un aumento del 85% en los volúmenes de compra.
«El mes pasado los canales digitales fueron utilizados por más del 85% de nuestros clientes con paquetes activos, y con un crecimiento transaccional en lo que respecta a pagos y transferencias de un 47% cuando comparamos con el mismo período del año anterior», apuntaron a Télam desde el Itaú.
Si bien en el sector financiero creen que, pasado el período de distanciamiento, habrá una caída en las transacciones digitales, las expectativas son que se mantengan en niveles altos y crezcan aún más.
La simpleza y efectividad que otorgan las operaciones virtuales hacen pensar que, una vez adquirido el hábito, sean una constante que se mantenga en la gran mayoría de los usuarios en el futuro.