El arzobispo de Rosario, Monseñor Eduardo Martín, leerá el próximo jueves 11 la bula del papa Francisco que proclama a la parroquia Nuestra Señora de Lourdes como basílica, en el marco de una misa a la que asistirán autoridades eclesiásticas, civiles y feligreses.
“Será la tercera basílica de la ciudad”, dijo el sacerdote Juan José Estrade, a cargo de la parroquia ubicada en Santiago al 1100, y añadió que “el hecho que se denomine basílica es un privilegio que concede el Papa por razones históricas, arquitectónicas, servicios espirituales o su actividad pastoral”.
“Sin dudas, ésta es una parroquia con mucho movimiento, sobre todo de gente devota de la Virgen de Lourdes, que viene a pedir la intercesión de la Santa por sus seres queridos enfermos. Razón por la cual, el arzobispo Martín le pidió al Santo Padre esa prerrogativa para que la parroquia fuera un lugar destacado”, dijo el sacerdote.
El párroco subrayó que la iglesia es visitada por numerosos fieles y turistas que no son de Rosario a raíz de “la especial característica de su altar ubicado en una gruta (situado en la planta baja de la iglesia).
La gruta “es réplica de la gruta de Massabielle, a orillas del río Gave (Francia), donde apareció la Virgen de Lourdes ante la pastora Bernardette Soubirous, en el año 1858”, explicó.
“Esta es mi parroquia de origen, soy párroco desde 2014, tras ser profesor seminarista. Desde muy pequeño conozco a esta iglesia, es mi segunda casa”, dijo orgulloso el sacerdote, mientras mostraba feliz las magníficas instalaciones del templo de dos plantas donde sobresalen enormes y coloridos vitrales.
Tras apuntar que el 11 de este mes “será un día muy especial”, el padre Estrade consideró que la proclamación de basílica de su parroquia “es algo muy importante para toda la ciudad y la comunidad católica, ya que dejará de ser un acontecimiento parroquial para convertirse un hecho arquidiocesano”.
Las otras dos basílicas de la ciudad son la catedral, elevada a ese rango en 1966 por el papa Pablo VI; y la parroquia San José (San Martín y Cochabamba), cuyo rango fue otorgado en el papado de Juan Pablo II y también declarada monumento histórico cultural por el gobierno de la provincia de Santa Fe.
