No fue una velada feliz la que vivió Barcelona en el Estadio La Cartuja de Sevilla. Pese a que Lionel Messi pudo ser titular, al elenco culé se le escapó el trofeo de forma insólita. El Athletic Bilbao le empató el partido en el minuto 90 y le ganó por 3-2 en la prórroga de la final de la Supercopa de España. Para colmo, el rosarino sufrió su primera expulsión como jugador blaugrana por agredir a un rival en el tiempo extra.
Fue una primera mitad de poca acción. No hubo tiros al arco de ninguno de los dos equipos en los primeros 20 minutos y los porcentajes de posesión también estuvieron bastante equilibrados. Sobre el cierre, llegaron las emociones. Primero la apertura del marcador en los pies de Antoine Griezmann para el Barsa. Pero el cuadro vasco igualó las acciones rápidamente con el tanto de De Marcos.
Al comenzar el complemento, el Athletic de Bilbao rozó la ventaja pero el gol de cabeza de Raúl García fue anulado correctamente vía VAR. Tras esa jugada Barcelona despertó de su letargo y volvió a ponerse arriba con otro gol del francés Griezmann.
Parecía que el Barcelona iba a lograr su primer trofeo de la temporada y Koeman el primer título de su ciclo. Con el trámite casi resuelto, el estratega neerlandés sacó a Pedri y Dembélé para que entren Pjanic y Braithwaite. Pero al Athletic no se rindió y tuvo su recompensa. Con tiempo reglamentario cumplido, Villalibre aprovechó un gran envío de Muniain al área y remató ante la salida de Ter Stegen para establecer el 2-2, lo que llevó la definición a la prórroga.
Y la pesadilla culé no terminó ahí, porque al iniciar el tiempo extra llegó la remontada vasca. Munian recibió a espaldas y cedió el balón para Iñaki Williams, quien ejecutó un espectacular disparo que entró cerca del ángulo más lejano de Ter Stegen, que nada pudo hacer.
A partir de ahí, el Barsa empujó en busca de la igualdad pero topándose con un Athletic muy sólido. Pero todavía falta más. A dos minutos de terminar el partido, Lionel Messi tuvo un encontronazo con un rival y se fue expulsado. El árbitro Gil Manzano recibió un aviso del VAR de una posible agresión del crack rosarino sobre Villalibre, por lo que acudió a ver la jugada en el monitor y regresó directamente al césped para mostrarle la tarjeta roja.
Así se cerró una jornada fatídica para La Pulga y su equipo, que perdieron la chance de agrandar sus vitrinas. Fue la primera expulsión de Messi como jugador del Barça y el argentino perdió su primera final con el elenco azulgrana desde diciembre de 2006.