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La piratería se llevó puesto el 70% de los videoclubes

La Cámara Argentina de Videoclubes definió a Rosario como ciudad pionera en la lucha contra la venta trucha.

videoclubes 

La piratería es una actividad comercial ilegal que en Rosario se materializa de diferentes formas. Una de ellas es la distribución y venta de copias no autorizadas de películas en formato DVD, que afecta de forma directa a videoclubes y cines. Tras el operativo de la Guardia Urbana Municipal el miércoles pasado, donde se desmanteló un centro de copiado y distribución de estos productos, la Cámara Argentina de Videoclubes definió a Rosario como ciudad pionera en la lucha contra la piratería. De todos modos, Alejandro Botbol, integrante de esa organización, explicó que en 2005 funcionaban 250 videoclubes en Rosario y hoy existen alrededor de 100. “Estos comercios sufrieron desde hace más de cuatro años un descenso de 10 por ciento en su actividad por año”, dijo Botbol.

De acuerdo con distintas fuentes involucradas en la temática, esta modalidad delictiva afecta sensiblemente la actividad de videoclubes y cines. “Hace un tiempo había personas que vendían las películas truchas en los alrededores del cine. Me vendían los videos en la puerta del complejo, y durante los paros municipales entraban al hall y hacían lo mismo”, recordó Daniel Grecco, gerente del Complejo Cines Monumental.

Al respecto, Alejandro Botbol, integrante de la Cámara Argentina de Videoclubes, señaló que en 2005 había 250 videoclubes en Rosario mientras que hoy sólo quedan 100. “Creemos que fue debido a la piratería. Se estima que un 70 por ciento de lo que se consume como video hogar es pirata, por lo que desde 2005 la actividad ha bajado 10 por ciento cada año”, sostuvo Botbol.

Silvia Bozzi, encargada del videoclub Premier, sostiene que “la problemática viene de hace muchos años, aunque empeoró  desde la llegada del formato DVD porque es más fácil de trasportar que el VHS”.

Grecco, Botbol y Bozzi destacaron la tarea de la Guardia Urbana Municipal que, según sus propias cifras, secuestró cerca de 60 mil copias truchas en los últimos cuatro meses. “En el operativo de la semana pasada se secuestraron 30 mil copias y ocho computadoras”, dijo Mariano Savia, director de la Guardia Urbana Municipal. Según el funcionario, la piratería pone en peligro la fuente de trabajo de cerca de 200 personas en Rosario, entre ellos empleados de videoclubes, cines y distribuidores. “Además existe el gran delito de robo de propiedad intelectual”, afirmó Savia. El Código Penal argentino estipula  penas de entre un mes a seis años de prisión a quienes realicen este tipo de actividades enmarcadas bajo la figura de estafa entre los delitos contra la propiedad. A su vez, el director de la repartición municipal destacó que “la piratería también deriva en otros delitos. Por ejemplo, vas a un negocio como estos y te ofrecen un DVD trucho y después un frente de estéreo para auto”.

Cómo competir.

Más allá de las distintas trabas tecnológicas, como la elaboración de nuevos formatos para que los videos no sean copiados, representantes de distintos comercios de alquiler de películas de la ciudad opinaron sobre cómo  contener este tipo de prácticas de consumo ya instaladas.  “Se apuesta a incorporar las nueva tecnologías –películas 3D por ejemplo– contra la piratería. Por supuesto que la calidad de la piratería no puede competir con la de los negocios legales. A nivel local, otra forma de combatir este cambio de costumbres es ofrecer diversidad y asesoramiento”, sostuvo Alejandro Botbol, quien también trabaja en el videoclub Alternativa.

En sintonía con Botbol, Fabián Del Pozzo, encargado de Videoteca, dijo: “Nosotros todavía existimos dentro del rubro porque ponemos énfasis en las diferencias con el mercado pirata: asesoramiento, diversidad y calidad. Intentamos hacernos fuertes tratando de no descuidar la atención personalizada, aún hasta el mismo reconocimiento del gusto del cliente”. Además, el encargado explicó que acompañan el alquiler con otros servicios como la reserva por teléfono, la consulta de títulos y actualización por medio de la página web, el delivery, entre otros. “Es difícil tratar de competir con el precio, porque es una competencia desleal. Ellos no pagan impuestos, no compran los títulos”, dijo.

Silvia Bozzio, encargada del videoclub Premier, también destacó la importancia de ofrecer un servicio completo. “Como comerciantes proponemos cuidar al cliente, ofrecer algunas promociones y apuntar a la atención personalizada”, señaló.

El Estado contra la piratería.

“La piratería es el fantasma más grande que tenemos como comerciantes y quien tiene las armas para combatirla son las autoridades gubernamentales. Pero si reclamás, te dicen que tienen otros delitos más importantes a los que atender”, sostuvo Bozzio, quien agregó: “La feria La Salada, donde todos saben que la mayoría de la piratería proviene o pasa por allí, está a la vista de todos”. Es que, según la encargada del videoclub, la persecución de aquellos infractores de la ley se vuelve turbia cuando entran en acción esquemas económicos de gran envergadura. Al respecto, Alejandro Botbol comentó: “Los bolsillos flacos ayudan a que la piratería siga creciendo. No sólo quienes compran, sino quienes trabajan de esto. La economía hace que muchos desempleados salgan a vender  DVD truchos y ponen en peligro su libertad. Se tiene que atacar al núcleo: los distribuidores”.

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