Los directivos de un jardín de infantes de La Plata se fueron del establecimiento, olvidaron a un nene de dos años adentro y luego los bomberos fueron a la zona para rescatarlo tras el pedido de ayuda del padre del menor.
El insólito hecho ocurrió este jueves por la tarde en el jardín maternal De paso Paseo, que se encuentra en la calle 62, entre 5 y 6, en la capital bonaerense.
El padre del bebé tardó en llegar a la institución y cuando lo hizo ya no había nadie. Fue entonces que, desde la vía pública, escuchó el llanto de su hijo.
Ante esto, llamó a los bomberos para que lo ayudaran. Cuando el personal estaba allí presente, la directora y una docente asistieron al lugar y abrieron el jardín.
Fuentes policiales informaron que el niño no tenía lesiones y estaba en buen estado de salud. Al parecer, se había quedado dormido “en el sector de peluches”, razón por la cual no lo habrían visto.
Voceros de la fuerza policial informaron al medio 0221 que “el padre acudió fuera de horario, encontró el jardín cerrado y al nene deambulando dentro”.
Además, señalaron: “Localizamos al personal responsable del jardín que, posteriormente, fue y abrió las puertas, por lo que no hubo necesidad de forzar los accesos”.
El caso está caratulado como “averiguación de ilícito”, según indican las actuaciones que iniciaron los efectivos de la comisaría Novena.
“Fue un error nuestro”
“Nos hacemos cargo del error, fue un error nuestro, de las maestras, yo hablé con los papás, les dije ´si les pido perdón es una falta de respeto´, todavía no lo puedo digerir, nos atravesó de una manera increíble, estamos muy angustiados”, dijo la directora del jardín a los medios, luego de que se conociera el episodio.
El padre del niño lo fue a buscar unos minutos después del horario habitual al establecimiento ubicado en la calle 62, entre 4 y 5, y se encontró con el lugar cerrado y sin ninguna autoridad presente.
Además, el hombre notó que su hijo deambulaba solo por los pasillos del edificio, por lo que debió llamar a la Policía y a los Bomberos, aunque no fue necesario forzar la cerradura porque una empleada del jardín se acercó y abrió la puerta.
“Lo que pasó ayer fue que el jardín cierra a las 6 (de la tarde); los últimos nenes se fueron a las 6 y 7 minutos; las docentes se fueron y quedó un nene durmiendo que tenía un oso de peluche gigante encima porque él se duerme con el oso y no lo vieron, cerraron el jardín y se fueron”, explicó la directora.
Rey remarcó que, cuando se enteró, volvieron de inmediato para la institución: “Casi nos morimos de un infarto, una situación espantosa, en 32 años nunca nos pasó algo semejante, el papa llegó tarde, no es culpa del padre, a nosotros igual no nos mandó ningún mensaje, no avisó (del retraso) y los nenes tienen entrada de horario y salida acorde al horario de los padres”, detalló.
Añadió que, al llegar, “el nene estaba detrás del vidrio lo más tranquilo”.
Por la noche, fuentes policiales señalaron que el niño no presentaba lesiones y consignó que se encontraba en buen estado de salud.
La directora señaló que mantuvo una reunión con todo el equipo docente tras lo cual acordaron “anotar en un papel todos los niños que ingresan y que salen”. “Pido perdón; esto es mi vida”, concluyó la directora.
En este marco, el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) de La Plata pidió la “urgente regulación de los Centros de Atención y Desarrollo Infantil (CADI)” y aclaró que “no son jardines maternales”.
En declaraciones a Télam, la secretaria general de Sadop La Plata, Eugenia Voisilaitis, explicó que desde el sindicato “hace mucho tiempo que venimos denunciando esto”.
“Hay casos en muchas ciudades de la provincia donde se suscitan situaciones no deseadas, como la de ayer, y la cartera de Educación no puede intervenir porque son espacios están habilitados como comercios”, dijo.
Sostuvo que allí se ejercen tareas educativas, “hay docentes, pero no hay supervisión”.
“Hay precarización laboral para sus trabajadores y ocurren situaciones como estas de ayer, no propicias”, indicó.
“Hoy por hoy, están regulados por los municipios como comercios, no como espacios educativos. Se requiere una regulación para que las habilitaciones y controles serían de otro modo”, opinó.
También se pronunció Adriana Donzelli, titular del gremio en Mar del Plata, quien contó que esa ciudad se logró “una ordenanza para la regulación del sector, que, por un lado, crea un registro público de servicios reconocidos por la Diegep, para evitar la clandestinidad o que vendan como jardines maternales los que no lo son”.
“Los CADI (guarderías) no son jardines maternales. ¿Cuál es la diferencia? Los jardines maternales están autorizados y regulados por la Dirección General de Cultura y Educación, y para su funcionamiento deben cumplir determinados requisitos y de seguridad edilicia, cantidad de alumnos y también normas que protegen a los docentes que allí trabajan”, planteó Sadop La Plata en sus redes sociales.
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