El ministro de Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni, confirmó este viernes que las primeras pistolas Taser adquiridas por la provincia para sus fuerzas de seguridad estarán disponibles en los primeros meses de 2025. En principio, esas armas calificadas como «no letales» serán destinadas a los agentes que prestan servicios en Rosario y la capital provincial. Otras prioridades, indicó el funcionario, son los grupos especiales y los integrantes del Servicio Penitenciario.
“Esperamos que lleguen muy pronto. Estamos hablando de una excelente herramienta para que la Policía tenga un escalón intermedio entre la orden de alto y disparar con el arma regular“, indicó el funcionario sobre el armamento para cuya adquisición el Gobierno destinó un millón de dólares.
Las Taser disparan dos dardos que contienen electrodos conectados al arma mediante alambres de metal que transmiten descargas eléctricas. Al ser proyectados los electrodos sobre una persona, los pulsos eléctricos descontrolan los músculos motores incapacitándola.
Estos dispositivos merecieron fuertes críticas por parte de organizaciones de derechos humanos. También del Comité contra la Tortura de la Organización de las Naciones Unidas, que dictaminó que su uso provoca un dolor intenso, constituye una forma de tortura y, en algunos casos, puede incluso causar la muerte.
Cococcioni explicó que el uso de estas armas será implementado de manera gradual debido a su alto costo y a la necesidad de capacitación específica para su manejo. Habrá, agregó, un sistema de formación en varias etapas, la primera de las cuales será la certificación de los instructores provinciales que entrenarán a los agentes policiales.
El ministro aclaró que junto a la compra de las Taser se realizó la de pistolas Byrna, que disparan proyectiles cinéticos redondos y otros químicos irritantes que pueden incapacitar a una persona desde una distancia de hasta 20 metros.
Las inversiones del Ejecutivo santafesino para fortalecer las fuerzas de seguridad incluyen la compra de pistolas de conversión Bersa (inversión de 850.000 dólares), armamento para las Tropas de Operaciones Especiales TOE (900.000 dólares), 100 armas no letales de aire comprimido (1.000.000 de dólares) y 100 armas no letales de choque eléctrico, las Taser (1.000.000 de dólares).
Cococcioni señaló que, además, fue contemplada la adquisición de vehículos, equipamiento y uniformes tanto para la Policía como para el Servicio Penitenciario.