“La Policía se ensañó con mi familia. Desde que me mataron a un hijo (en enero de 2007) y mandé al frente a mucha gente que vende droga, los del Comando se la agarraron con nosotros. Me cansé de denunciar amenazas, detenciones por averiguación de antecedentes, pedidos de coimas y brutales golpizas. Y nadie hizo nada. Ahora tengo a mis tres hijos presos pero acá sigue todos los días lo mismo. Los del Comando vienen constantemente a mi casa y me dicen que van a matar a todos los Monedita”. Así se expresó ayer Ana, una empleada doméstica que vive en el convulsionado barrio La Tablada, donde hace dos semanas fue detenido uno de sus hijos, de 30 años, quien denunció que los uniformados, además de “armarle” una causa por el robo de una cartera, le dieron una feroz golpiza.
El 23 de febrero pasado, Ramón N. regresaba a su casa a bordo de su motocicleta cuando un móvil del Comando Radioeléctrico le hizo detener la marcha y le pidió los papeles del vehículo. El hombre accedió pero enseguida se acercó otro uniformado que “lo reconoció como uno de los Monedita” y “de la nada” comenzó a pegarle, situación que fue observada por al menos tres vecinos que su abogada defensora ofreció como testigos. Las lesiones que sufrió en la vía pública continuaron dentro del patrullero y más tarde en la seccional 16ª, donde además le habrían pedido 10 mil pesos a condición de “no armarle una causa”. Así lo relató Ramón en la misma audiencia imputativa donde se le achacó el robo de una cartera a un sexagenario, y con lesiones en distintas partes del cuerpo, a la vista de todos. Sin embargo, tanto su mamá Ana, como Maricel Palais, su defensora pública, se manifestaron más que sorprendidas porque “nada se hizo al respecto”. Según esgrimieron, mientras Ramón lleva más de 15 días detenido, ningún policía fue investigado, en tanto los testigos ofrecidos por la defensa fueron citados a declarar recién para la semana próxima.
“Es una causa con un montón de irregularidades en el accionar policial que también hacen a la declaración de la víctima”, dijo Palais luego de explicar que en la jornada de ayer se realizó una rueda de reconocimiento donde su cliente fue señalado, algo que “ya sabíamos que iba a pasar” por los mismos vicios mencionados en la denuncia.
Además del escalofriante relato de Ramón, quien en la audiencia contó cómo lo esposaron, golpearon y amenazaron, su abogada mencionó una serie de incongruencias en lo que consideró una “causa armada”, algunas tan groseras como que la detención de su cliente fue a las ocho de la mañana, y el robo de la cartera a las 9.30.
En cambio su mamá Ana, que tiene a otros dos hijos detenidos y otro enterrado, contó que los abusos de los uniformados son moneda corriente ya que no es la primera vez que pierde el miedo y los denuncia.
En junio pasado, Ana, junto a un grupo de vecinas, salió desesperada a denunciar un brutal procedimiento policial cuando varios móviles del Comando Radioeléctrico (cuyos números fueron aportados a la Justicia) protagonizaron una violenta represión contra menores de edad. Entre ellos estaba uno de sus hijos, que desde entonces se encuentra detenido en el Irar. Según relató en esa oportunidad, los uniformados también habrían cargado contra su familia, a la que identifican como “Moneditas”, diciéndole que no pararían hasta verlos a todos presos o muertos.