30 de junio de 2017. Lionel Messi y Antonella Roccuzzo se casan en Rosario. La boda es etiquetada como el evento del siglo. Desde hace un mes da la sensación de que los medios no hablan de otra cosa. O al menos lo intentan: no tienen mucha tela para cortar. La información es poca y llega a cualquiera a través de las redes antes que por medio de los periodistas. Es mejor estar atentos a los instagrams y los twitters de famosos, amigos, peluqueros, cocineros, wedding planner, wedding planner despedido, joyerías, maestras o cualquiera que tenga algo para publicar sobre el mejor jugador del mundo. Cada foto subida a la red es una fuente de información. Y cada rumor se convierte rápidamente en noticia.
El escritor Hernán Casciari describió a Messi como un perro porque tiene esa mirada que no puede sacar los ojos de encima de la pelota. Lo único que le interesa es jugar con ella. Pero este mes le toca a La Pulga ser la pelota.
Todos están tras sus pasos. Pero desde que aterriza en Rosario con Antonela es imposible seguirles el rastro. A diferencia de Messi, al resto de los mortales no le es tan fácil mantener la pelota en la mira. Y Messi se escapa. Deja a todos en las mismas condiciones. Queda correr detrás de la misma información y replicar lo que revelan las redes. Dejarlo jugar tranquilo en su ciudad.
La ansiedad de información crece como los contratos de confidencialidad. Messi puede estar en cualquier lugar. Puede visitar a un amigo, o juntarse con la cantante de cumbia Dalila. Puede salir en auto a pasear por La Florida.
Los medios rosarinos pasan un mes buscando amigos, familiares y conocidos por toda la ciudad. Aparece un peluquero que alguna vez le cortó el pelo a Antonela o a su hermana. Un mural y después otros tres más. Una joyería que manda un regalo a la novia y se gana una publicación.
También tiene pantalla “lo que piensa la gente”. Los argumentos se repiten. Los que lo quieren agradecen que haya elegido casarse en su ciudad. Les parece un signo de humildad porque “podría haberse casado en cualquier lado”. Los que no, le reprochan su desempeño en la Selección.
Un medio internacional titula que Messi se casa en la “Narco City”, y varios rosarinos orgullosos refutan con el hashtag #conrosariono.
El día de la boda llega con Clarín titulando que el casamiento “vale” 3.500 millones de dólares. Es el precio de los jugadores del Barsa, y falta sumar las caderas de Shakira para completar la cotización. Bigbangnews, el sitio de Jorge Rial, compara la boda de Messi con la de Maradona. El Diego con más de mil invitados, el Luna Park como escenario y los canales de televisión transmitiendo hasta el baile con cotillón. Messi, el modesto, discreto y con invitados superseleccionados.
Los datos sobre la boda surgen y no importa si son verdaderos. En una radio del Grupo América llaman a todos los Messi de la guía telefónica hasta que atiende una mujer. Dice que es tía de La Pulga y que no la invitaron. Nadie sabe si dice la verdad pero el testimonio funciona cuando no hay primicias. Cuando todos tienen la misma y escasa información.
Llegan las 19 y todos los medios están listos para salir en vivo desde el City Center de Rosario. No hay periodistas ni canales privilegiados. Son 150 acreditaciones locales, nacionales e internacionales que valen para la alfombra roja, un lugar opcional y no obligado para los invitados.
Los medios de alcance nacional llegan con previsible mirada porteña. Hablan de la zona sur de la ciudad, de Los Monos y el narcotráfico. Lo más comentado es la humedad, que alcanza apenas el 65 por ciento. Discuten sobre lo difícil que va a ser sostener los peinados de las mujeres y los jopos de los varones.
Para las 19.30 el paso de las seis primeras duplas de personajes da pie a tener un estilista en los pisos de América y TN. Comentan que los vestidos marcarán tendencia internacional. Desde el sur de Rosario para el mundo, la transparencia combinada con negro se impone. TN dice que los ojos del mundo están en Rosario, “una ciudad a la que jamás se les hubiese ocurrido pasar por esto”.
Para los medios locales, la fiesta también está afuera. Canal 5 y Canal 3 se organizan y salen en vivo con el casamiento de un falso Messi brasileño con una chica de San Pablo. La ceremonia la oficia un cura que habla en portuñol. Algunos lo recuerdan de las tablas del teatro rosarino. Los móviles siguen con una morocha que llega vestida de novia por si Messi se arrepiente y sale a buscar candidata. Después pasan a los fanáticos de Newell’s. Llegan con banderas, están emocionados y algunos lloran. Un hombre morrudo de saco rojo y camisa negra cierra el bloque entonando una cumbia dedicada a La Pulga.
América es el primer canal en tener información de lo que pasa adentro. Llegan las fotos del salón. En segundos la imagen es de todos. Después llega el video del civil: Abel Pintos canta mientras Messi le chanta un beso a Antonela. En las redes el casamiento se pone más divertido. En Twitter #labodademessi es tendencia. Los chistes que la televisión no se atreve a hacer se convierten en memes en pocos segundos. Higuaín está a la cabeza. Con las horas la mamá de Messi vestida de blanco se gana un lugar en el trend topic.
A las 20.59 todas las cámaras hacen foco en la puerta del hotel. Por la alfombra roja salen los recién casados. Sonríen, posan y se besan con la libreta de matrimonio en la mano.