El evento conmemora «la licitación N 1», que se realizó en el año 2003, cuando el ex presidente Néstor Kirchner decidió iniciar los trabajos de su restauración de la basílica, luego de la que la cruz principal se hubiera desplomado en el año 2000.
La Presidenta recordó que «la terminamos de restaurar, de reconstruir, este año 2015, a 12 años de que él le contara a los argentinos que tenía un sueño, que era el sueño de ver una Argentina levantada, reconstruida en la cual pudiéramos mirarnos a los ojos».
Y sobre la cruz enterrada, la Presidenta recordó que «cuando llegamos al gobierno, todavía estaba allí enterrada; nos tocó desenterrar esa cruz y muchas cruces más y nos dedicamos a restaurar esa Basílica, que van a poder ver todos los argentinos totalmente terminada este 25 de mayo».
«Quiero estar ahí como un símbolo de lo que hemos logrado, en estos doce años felices y tristes al mismo tiempo. Porque la vida es así, ni todo es tristeza, ni todo es felicidad, si no, no sería vida; y, además, porque ¿sino tenés felicidad, cómo te das cuenta cuando estás triste? Así que, bueno, vamos a estar allí este 25 de mayo», sostuvo Cristina.
En tanto, la jefa de Estado twitteó minutos antes de que comenzara este día, que el tradicional Himno Nacional, se transmitiría por cadena nacional y que sería interpretado por la Sinfónica Nacional y por Elena Roger en el Centro Cultural Néstor Kirchner, como parte de los actos por los festejos de la Semana de Mayo.
«Este 25 de mayo lo recibimos en la Ballena Azul del @CCKirchner (Centro Cultural Néstor Kirchner) con la Sinfónica Nacional y Elena Roger, en cadena», escribió la Presidenta a la sociedad.
También utilizó la red social para explicar la importancia del sable corvo, mostró las fotos de los eventos de ayer, y reseñó cómo fue utilizado «contra las injustas pretensiones de los extranjeros”.
Las actividades festivas seguirán hoy desde el mediodía. Según los organizadores, ya pasaron más de un millón de personas.
Esta tarde se podrán escuchar artistas como la Banda Zamba, Maravillosa Música, Agarrate Catalina, Ana Prada, Buena Vista Social Club, Fabiana Cantilo, David Lebon, Javier Malosetti, Emilio del Guercio, Ignacio Montoya Carlotto, Palo Pandolfo, Leo García, Litto Nebbia y la Bersuit.
La gran expectativa ronda en torno a la finalización del evento, que celebra el 205 aniversario de la Revolución en la Plaza de Mayo, y los 12 años desde la llegada de Néstor Kirchner a la Presidencia, y tiene que ver con el mensaje presidencial que, según versiones, podría realizarse alrededor de las 19.
Una multitud acompañó a Cristina
Una multitud colmó hoy la Plaza Belgrano de Luján para asistir al último Tedeum de Cristina Fernández de Kirchner como Presidenta de la Nación y siguió, a través de una pantalla gigante ubicada en el lugar, la misa oficiada por el arzobispo Agustín Radrizzani en la histórica Basílica de esta ciudad por el Día de la Patria.
Familias, vecinos, turistas y militantes empezaron a llegar desde temprano a la Plaza que se extiende frente a la Basílica y le fueron dando forma, progresivamente, a una verdadera multitud, mientras en el aire y entre banderas argentinas flameaba la sensación de ser, esta vez, al menos una pequeña parte de la historia.
No era solo la celebración del Día de la Patria; no era solo la conmemoración de la «licitación número 1» de la presidencia de Néstor Kirchner hace ya 12 años (que permitió los trabajos de restauración de la Basílica luego de que la cruz principal cayera en el 2000). Era, fundamentalmente, estar allí, en el último Tedeum del segundo gobierno de Cristina, quien retribuyó el cariño de la gente después de la ceremonia, acercándose a las vallas para los saludos, los besos, las fotos y una frase repetida: «Te vamos a extrañar».
La pantalla gigante reprodujo cada detalle del acto, desde la llegada de la Presidenta, su recorrida por los trabajos que se realizan en la Basílica hasta la emocionante interpretación del «Aleluya» de Handel por parte del Coro Polifónico Nacional, mientras que luego Cristina y el Canciller, Héctor Timerman, recibían los saludos protocolares de los distintos embajadores extranjeros que estuvieron en Luján.
La misa de Radrizzani fue seguida con un respetuoso silencio, recién interrumpido por primera vez con aplausos cuando el Arzobispo de Luján-Mercedes recordó la decisión política y la ayuda de Néstor Kirchner, primero, y de Cristina Fernández de Kirchner después, para la restauración de la Basílica. «Hoy nuestro querido santuario luce como en los momentos de su inauguración», dijo, antes de leer unas palabras del papa Francisco.
Las banderas argentinas se mezclaban con los estandartes de las diferentes agrupaciones partidarias, una colorida alegoría de la diversidad que, adentro, celebraron los distintos líderes religiosos cuando tomaron la palabra. Monseñor Kissag Mouradian, de la iglesia Apostólica Armenia; Sheij Abdelnaby Elhefnawy, del Centro Islámico de la República Argentina; el evangelista Pastor Flores y Bettina Manasowicz por el judaísmo.
«Esto es un ejemplo de la diversidad de nuestra Argentina. Hoy somos un espejo para el mundo», resaltó Flores, mientras la pantalla entregaba la imagen conmovida de la Presidenta y la plaza se cerraba en un nuevo aplauso.
El cierre, lo dicho, llegó cuando la Presidenta se acercó hasta la multitud para saludar, ahora acompañada por el gobernador Daniel Scioli; el secretario general de la Presidencia, Eduardo ‘Wado’ de Pedro; el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo; y el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, entre otras autoridades.
Y la desconcentración, esta vez, se produjo en una sola dirección: hacia la Plaza de Mayo, donde siguieron los festejos por el Día de la Patria y siguió, del mismo modo, la liturgia.