La presidenta peruana, Dina Boluarte, descartó que vaya a presentar su renuncia e hizo un llamado al diálogo para devolver la calma al país tras la multitudinaria manifestación que se desarrolló este jueves en varias regiones, incluida la capital, Lima, para pedir su renuncia, el cierre del Congreso y la anticipación de las elecciones.
“La situación está controlada, porque sabemos que estos señores no van a cesar en su proceso de quebrar el estado de derecho (…). El gobierno está firme y su gabinete más unido que nunca”, aseguró en la noche de este jueves en un mensaje televisado en el que se la vio rodeada por algunos de sus ministros.
La presidenta aseguró que su gobierno actuará en el marco de la Constitución para determinar responsabilidades por los actos de violencia en las manifestaciones que comenzaron el 7 de diciembre, tras la caída del presidente Pedro Castillo y que han dejado más de 50 muertos.
“Ustedes quieren quebrar el Estado de derecho, ustedes quieren generar caos y desorden, y dentro de ese caos y desorden tomar el poder de la Nación; están equivocados. Desde el gobierno le decimos al pueblo que la situación está controlada y estará controlada”, afirmó Boluarte.
Sobre ese punto, sostuvo que la Dirección Nacional de Inteligencia en conjunto con la Fiscalía abrirán investigaciones contra “aquellas personas que están generando actos de violencia, destrozos de la propiedad privada y del Estado.
Además, volvió a cuestionar a los manifestantes: “A los que están marchando diariamente: ¿Quién los financia, por qué no están trabajando diariamente, por qué han abandonado a su familia?”, preguntó, según recogió el diario local La República.
Advirtió que las protestas, que incluyen bloqueo de rutas, están al margen de la Ley.
En ese sentido, agradeció el desplazamiento de la Policía Nacional en la capital y algunos lugares focalizados donde se han registrado protestas violentas en los últimos dos días.
De igual manera agradeció el accionar de los funcionarios de la Fiscalía de la Nación, así como de la Defensoría del Pueblo, y a la prensa que ha informado sobre el desarrollo de las movilizaciones.
Por último, Boluarte hizo un llamado al diálogo para devolver la calma y la paz al país.
“Nuevamente llamo al diálogo, a la calma, a aquellos líderes políticos que están llamando a estas marchas de protesta; tengan una mirada de país más sincera, más objetiva, más hermanada, y conversemos y dialoguemos para traer la calma, la paz, la unidad y el desarrollo de la Patria”, expresó la mandataria, citada por la agencia de noticias Andina.
Este jueves, bajo el grito “Dina asesina, el pueblo te repudia”, miles de peruanos se movilizaron en diversos puntos, Lima incluida, para exigir la renuncia de Boluarte, a quien culpan de la represión que ha dejado más de medio centenar de muertos.
La más fuerte demostración de repulsa contra Boluarte y el Congreso transcurrió básicamente en paz, salvo por choques relativamente menores en inmediaciones de la plaza de Bolívar, donde está la sede del Legislativo.
Manifestantes que pretendieron acercarse al lugar fueron repelidos con gases lacrimógenos por fuertes cordones de la Policía y grupo de rescate reportaban hasta caer la noche de este jueves algunos lesionados de relativa baja consideración.
Los manifestantes exhortaban a la “toma de Lima”, además de la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso controlado por la derecha, elecciones generales a la brevedad, nueva Constitución y libertad para el destituido Castillo.
La jornada de este jueves se cobró otra víctima mortal, cuando en la ciudad de Arequipa murió un hombre de 30 años en un intento de toma del aeropuerto.
Desde que Boluarte asumió, hace 44 días, murieron 43 civiles y un policía en enfrentamientos y unas 10 personas más por consecuencias de las protestas y los bloqueos de rutas.
Para voceros gubernamentales, la oposición es liderada por “azuzadores profesionales” con vínculos con el extremismo, el narcotráfico, la minería ilegal y el ex presidente boliviano Evo Morales, interpretación que causa malestar entre los opositores.
Los manifestantes aseguran que son ciudadanos postergados que exigen integración, respeto para sus derechos, mejores posibilidades económicas y que no se les reprima con el exceso de fuerza del que ya habló incluso la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Dirigentes cívicos dijeron que se mantendrán en sus protestas hasta que Boluarte dimita y abra paso a un proceso electoral para este mismo año.
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