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«La privatización de los medios públicos es un retroceso democrático»

Así lo entiende la Organización Interamericana de Defensoras y Defensores de las Audiencias (OID), quien expresó su “rechazo a la amenaza” del presidente electo Javier Milei sobre el destino de la Televisión Pública, Radio Nacional y la agencia de noticias Télam

La Organización Interamericana de Defensoras y Defensores de las Audiencias (OID) expresó su “rechazo a la amenaza de privatización a los medios públicos argentinos” que propuso el presidente electo, Javier Milei, y lo calificó como un “un retroceso democrático”.

En efecto, “La OID rechaza la amenaza de privatización a los medios públicos argentinos al ser un retroceso democrático en términos de pluralidad, diversidad, representatividad, visibilidad”, expresó la organización en un comunicado.

Además, sostuvo que la idea de privatizarlos “constituye una regresión a los derechos de las audiencias y un repliegue para la participación ciudadana” donde el Estado “prescinde de su responsabilidad por promover, difundir, garantizar, proteger” el derecho a la comunicación y a la libertad de expresión “al dejarlo en manos de la concentración mediática comercial”.

La OID argumentó y explicó que estos medios “brindan acceso a la información, al entretenimiento y a la cultura para la ciudadanía, cubriendo desiertos informativos tanto territoriales como de contenidos, al no priorizar el interés lucrativo frente al interés general de la población para tomar decisiones y participar de la vida democrática”.

En ese sentido, consideró que si bien el sistema de medios públicos que en Argentina lo integran Radio Nacional, la Televisión Pública y la agencia de noticias Télam tienen financiamiento estatal “de ninguna manera esto les convierte de inmediato en instrumentos propagandísticos al servicio del poder político o partido en turno”, tal como lo insinuó en recientes declaraciones el presidente electo.

En el documento, refirió también que tal como se planteó en el comunicado del Observatorio del Código de Ética de Radio Nacional y de la Televisión Pública Argentina, “los medios públicos son un patrimonio irrenunciable de los argentinos y en la medida en que existan medios de comunicación no privados, no comerciales y tampoco con fines gubernamentales” donde la información “tenga valor por sí misma, no apenas como mercancía, podrán fortalecerse las democracias escuchando otras voces, conociendo otras miradas y compartiendo distintas realidades”.

Y agrega: “De lo contrario, en un modelo lucrativo hegemónico perderían su lugar en los medios de comunicación”.
La OID nuclea organismos dedicados a la defensoría del público de países latinoamericanos, y en su acta de creación explica que dentro de los objetivos de la organización está realizar “una labor mediadora y pedagógica destinada tanto al público de la radio y la televisión como así también a quienes son sus licenciatarios, concesionarios y trabajadores” y a su vez ser “receptores de quejas, reclamos y sugerencias”, así como generar “una base de datos con leyes, disposiciones reguladoras, fallos judiciales que sirvan como fundamentos” y la “realización de investigaciones a escala regional” entre otras tantas tareas.

“OID considera imprescindible fortalecer lazos entre las defensorías de las audiencias de América Latina y otras instituciones comprometidas con el desarrollo de la comunicación audiovisual desde la perspectiva de los derechos humanos”, refieren en su acta de creación.

Declaración del Observatorio del Código de Ética de Radio Nacional y la Televisión Pública Argentina

En defensa de los medios públicos expresamos nuestro rechazo absoluto a la idea de privatizar la TV Pública y Radio Nacional por parte de La Libertad Avanza, y repudiamos la intimidación sufrida por las periodistas del Noticiero de la TV Pública Laura Mayocchi, por parte de la diputada electa de ese partido Lilia Lemoine; y Gabriela Radice, por parte de un colaborador de Javier Milei. Estas agresiones se suman a las ejercidas habitualmente por referentes de esa fuerza partidaria hacia trabajadoras y trabajadores de diversos medios de comunicación.

En un contexto marcado por la violencia mediática y simbólica, el negacionismo, los discursos de odio y las amenazas contra derechos adquiridos, a 40 años de la recuperación democrática y de cara al próximo balotaje presidencial, quienes integramos el Observatorio del Código de Ética de las 50 emisoras de Radio Nacional y de la Televisión Pública renovamos nuestro compromiso en pos de la soberanía comunicacional como base de la democracia y de los medios públicos como actores centrales para su garantía.

El alcance territorial -que posibilita llegar hasta los rincones más alejados de nuestro país-, los contenidos federales producidos en las distintas provincias y la compañía e información que brindamos a diario a millones de argentinos y argentinas, son algunas de las principales razones para cuidar, defender y potenciar el trabajo que, desde hace casi cien años, hacemos desde los medios públicos. Somos, precisamente, los medios públicos argentinos pioneros en América Latina y, prueba de ello, es el reciente reconocimiento obtenido por parte de la OEA (Organización de Estados Americanos) al «Programa de Innovación en las Políticas Públicas Efectivas de Inclusión y Derechos Humanos» a partir de la elaboración de los Códigos de Ética de la Televisión primero y de la Radio después.

Somos, precisamente, los medios públicos argentinos pioneros en América Latina y, prueba de ello, es el reciente reconocimiento obtenido por parte de la OEA (Organización de Estados Americanos) al «Programa de Innovación en las Políticas Públicas Efectivas de Inclusión y Derechos Humanos» a partir de la elaboración de los Códigos de Ética de la Televisión primero y de la Radio después.

Ambos son una construcción colectiva de las y los trabajadores, especialistas y audiencias celebrados ampliamente desde el ámbito académico, cultural, sindical y de derechos humanos al dar cumplimiento a lo establecido por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que reivindicamos y ponemos en práctica.

En respeto del mandato que nos otorga el propio Código de Ética, ratificamos nuestra labor decolonial, despatriarcal y respetuosa de la diversidad; promotora de la defensa de la comunicación como derecho humano; de las audiencias como plenos sujetos de derecho y no como consumidores, y de la información como bien social y no como mercancía.

Por lo expuesto y de cara al balotaje, expresamos nuestro apoyo al proyecto político que propone la continuidad de los acuerdos democráticos, la defensa de los derechos humanos, con énfasis en el derecho a la comunicación y el deber de garantizarlos, esencialmente a través de los medios públicos, patrimonio irrenunciable de las y los argentinos.

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