La Procuración General de la Nación, que conduce Alejandra Gils Carbó, confirmó hoy a través de su vocero, Luis Villanueva, que el técnico en informática Diego Lagomarsino, dueño de la pistola que acabó con la vida del fiscal Alberto Nisman, será despedido de la Unidad Fiscal (UFI) Amia, porque «no trabajó».
«El nuevo fiscal (de la causa AMIA, Alberto Gentili) solicitó que se le dé baja a Lagomarsino, porque le consta que no trabajó. No vamos a hacer una institucionalización del ñoqui», afirmó Villanueva, director de Comunicación de la Procuración, en diálogo con Radio Nacional Rock.
El vocero indicó también que a Claudio Rabinovich, un abogado y periodista que asesoraba a Nisman en cuestiones de prensa, también se le rescindirá el contrato en la UFI AMIA.
Villanueva señaló que «todas las contrataciones, tanto de planta permanente como de locación de servicios en la Fiscalía, eran pedidos y las selecciones hechas por Nisman».
«Nisman decidía el monto que cobraban, hacía la propuesta de las personas y tenía presupuesto propio», sostuvo y agregó «las contrataciones se hacían por los montos que él decía y las personas que él decía».
Sin embargo, reconoció que «no es normal que haya contratos por 41 mil pesos», como el que tiene Lagomarsino, y añadió que «hay muy pocos (contratos) de locación de servicio».
«Lagomarsino era un informático que trabajaba exclusivamente para Nisman, no sé haciendo qué cosa. Además, la UFI Amia tiene otros informáticos», aseveró.
Villanueva dijo que «en breve» Gils Carbó anunciará la nueva composición de la UFI Amia (el fiscal Gentilli está a cargo de la oficina de manera provisoria).