La producción industrial registró en agosto pasado una fuerte caída del 5,9% contra igual período de 2017 y alcanzó el quinto mes seguido con signo negativo, acumulando en lo que va del año una baja interanual del 2,4%, según un informe del Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres difundido este martes.
Por su parte, la medición desestacionalizada observó un crecimiento mensual del 1,3% con relación a julio anterior, señala el estudio. «En cuanto a las perspectivas para lo que resta del año, no se espera una recuperación de la actividad manufacturera», estimó la consultora.
En ese sentido, agregó: «El elevado nivel de las tasas continúa afectando negativamente a la industria, y la caída en el poder de compra de las familias está contrayendo los niveles de consumo, perjudicando a su vez los niveles de producción».
Entre los sectores analizados, el que provocó la mayor baja en el índice fue nuevamente el segmento de alimentos y bebidas, el cual continúa teniendo bajos niveles de actividad en la producción aceitera y contracciones en la elaboración de bebidas.
Por su parte, los segmentos vinculados a la construcción mejoraron levemente en relación a los meses previos, informa el documento. Así, los minerales no metálicos no registraron variación en la comparación anual, luego de tres meses de caídas, y los metales básicos mostraron una expansión de 6%.
El sector alimentos, bebidas y tabaco registró en agosto una caída de 10,5% al comparar con igual mes del año pasado, ciertamente impulsada por las dificultades que atraviesan los molinos aceiteros, los cuales mermaron su producción en un 20% anual.
Asimismo, la producción de bebidas observó una baja de 8%, impulsado por una caída de 10,7% en la producción de gaseosas.
La ganadería bovina continúa mostrando niveles de faena superiores a los del año pasado, anotando en esta oportunidad una suba de 6,8% anual.
El sector de maquinaria y equipo anotó durante agosto una merma de 3,9%, como consecuencia de la contracción que se observa en la venta de maquinaria agrícola y por la menor producción que tuvieron los electrodomésticos de línea blanca.