La tasa de homicidios cada 100 mil habitantes registrada en la provincia de Santa Fe se ubicó en 2019 en 9,6 asesinatos intencionales duplicando el promedio de la tasa nacional que alcanzó los cinco casos. En el informe del Ministerio Público de la Acusación (MPA) también se conoció que el departamento La Capital triplicó la media nacional con unos 17 crímenes, mientras que Rosario exhibió un índice apenas inferior de 13, pero tuvo un rebrote en los primeros 17 días de este año con 18 nuevos asesinatos.
El 8 de enero, el MPA presentó un informe preliminar sobre homicidios dolosos en la provincia de Santa Fe durante 2019, que registró 337 víctimas contra 357 del año anterior, es decir, una reducción de 20 casos. Sin embargo, la medición de la tasa de homicidios por cada cien mil habitantes –índice que se utiliza internacionalmente– revela que el departamento La Capital (Gran Santa Fe) alcanzó a 17,6, mientras que el departamento Rosario llegó a 13,1, cuando la media nacional fue de 5 casos.
De acuerdo al informe, la tasa media de la provincia de Santa Fe se ubicó en 2019 en 9,6 asesinatos intencionales cada 100 mil habitantes.
La serie histórica de homicidios publicada por el MPA –que se inicia en 2002– muestra que 2006 fue el año con menos hechos, con 216 asesinatos. En 2007 el número trepó a 292 y luego se mantuvo más o menos estable hasta que en 2013 –cuando estalló la disputa entre bandas criminales ligadas al narcotráfico en Rosario tras el crimen de uno de los jefes de la banda Los Monos– la cifra ascendió a 438 y un año después llegó al récord de 461 asesinatos intencionales.
Desde entonces, de acuerdo al informe oficial, las estadísticas muestran una reducción de homicidios hasta 2017 (304 casos) que luego rebota con los 357 de 2018 y los 337 registrados el año pasado.
«El dato importante no sólo es la cantidad de homicidios, porque la tasa está rondando 10 cada cien mil habitantes, que duplica la media nacional. Eso es un dato bastante grave», dijo el secretario de Política y Gestión de la Información del Ministerio de Seguridad provincial, Jorge Fernández.
«Está claro que el mayor problema que tenemos es que los datos están anclados ahí con una tasa de 10 homicidios cada 100 mil habitantes que duplica la media nacional y ni hablar de los estándares internacionales», sostuvo Fernández.
Otros datos significativos fueron que el 80 por ciento de los asesinatos de 2019 se concentraron en dos ciudades: Rosario y Santa Fe, mientras que los otros 17 departamentos de la provincia sólo explican el 20 por ciento restante y, en varios casos, muestra un sólo asesinato en todo el año.
Fernández dijo a la agencia de noticias Télam que «el mayor problema es que está demasiado concentrado en Santa Fe y Rosario, que son problemas típicamente de territorios urbanos».
Y agregó que «aparecen otros factores que tienen que ver con la criminalidad asociada a la disputa de territorios, por grupos en algunos casos de narcotraficantes, que no operan en territorios no urbanos».
Si bien la última medición ubica a Santa Fe por encima de Rosario en cuanto a la tasa de homicidios, la principal ciudad de la provincia sufrió una ola de asesinatos que dejó 18 víctimas fatales en las dos primeras semanas de este año.
Jóvenes asesinados por múltiples disparos, venganzas entre grupos enfrentados, el hijo de un policía condenado por complicidad con la banda de Los Monos acribillado a balazos cuando llegaba a su casa y el homicidio de un hombre que recibió un disparo en la cabeza mientras fumaba un cigarrillo en un balcón del casino local pusieron a Rosario en el centro de los problemas de seguridad pública nacional.
El jueves pasado, la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, firmó un convenio con el gobernador Omar Perotti para constituir un Consejo Provincial de Complementación para la Seguridad Interior y se estiman que 1300 uniformados de las cuatro fuerzas federales –de los 2900 dispuestos para la provincia–, comenzaran a patrullar las calles de Rosario tras la ola de homicidios.
La Policía y la prevención
Para la nueva gestión del Ministerio de Seguridad santafesino, a cargo de Marcelo Sain, parte del problema para afrontar la crisis radica en una policía que no planifica sus acciones de prevención del delito y que cuenta con escasos datos objetivos y confiables para diseñar las políticas de seguridad pública.
«Nosotros necesitamos construir datos confiables, veraces y después todo lo que hagamos tenemos que evaluarlo para realizar las reformas y analizar si tienen eficacia», explicó Fernández en esa línea.
El funcionario remarcó que «esto no existía en el Ministerio de Seguridad, que no generaba información. Por eso Sain dice que planificaban a ciegas».
«Uno de los problemas es que la policía de Santa Fe es absolutamente precaria, la herramienta que tenemos para enfrentar los problemas de inseguridad y de violencia es absolutamente precaria», afirmó el secretario.
Por último, apuntó que «con este nivel de formación policial y de organización incluso del mismo Ministerio tal como estaba planteado, no hay posibilidades serias de intentar resolver los problemas de seguridad pública».