La sanción de la llamada ley de descanso dominical el jueves pasado en la Cámara de Diputados santafesina trajo varias consecuencias. El vicegobernador Jorge Henn confirmó que la administración provincial denunció ayer penalmente a Coto por los daños que manifestantes enviados por esa firma provocaron en vidrios y la fachada de la Legislatura al momento en que la iniciativa se aprobaba. En tanto, por primera vez desde que se comenzó a debatir la normativa, voceros de la empresa salieron a hablar públicamente y señalaron que si la misma se pone en marcha se “van a perder” puestos laborales.
El jueves pasado los diputados avalaron el descanso dominical con los cambios que la semana anterior introdujo la Cámara de Senadores.
La posibilidad de que la ley saliera ya había alertado a la empresa, que el martes suspendió a 150 empleados de Rosario y la ciudad de Santa Fe con el fin de presionar a los legisladores, algo que no logró.
En tanto, los primeros incidentes se habían dado el miércoles, cuando el Ministerio de Trabajo santafesino llamó en la ciudad a una audiencia tras esas cesantías. Allí un grupo de manifestantes (que llegaron en cinco micros a la sede de Ovidio Lagos y San Lorenzo) movidos por la firma bonaerense arrojó huevos contra el edificio mientras se desarrollaba la reunión, donde se dictó la conciliación obligatoria.
Los incidentes que se produjeron este jueves en la capital provincial fueron aún más graves. Los manifestantes (la gran mayoría eran los mismos que estuvieron en Rosario) arrojaron piedras y huevazos contra el edificio de la Legislatura, lo que obligó a las autoridades de ese cuerpo a reforzar la seguridad.
Ante tamaño nivel de violencia, Henn anunció que con el gobernador Antonio Bonfatti presentaron este mismo viernes la denuncia penal contra la empresa por lo ocurrido.
El vicegobernador dijo que los daños al edificio fueron chequeados por la Policía Científica y por efectivos de la seccional 1ª de la ciudad de Santa Fe.
Tras eso, mencionó que el punto culminante y más violento de la protesta se dio cuando se produjo la sanción de la ley.
“Allí los manifestantes pretendieron ingresar en forma violenta a la Legislatura por diferentes puertas, arrojando elementos contundentes contra las ventanas del despacho del bloque socialista y de la Unión Cívica Radical que están ubicados sobre la calle 4 de Enero”, explicó en declaraciones radiales.
Según comentaron algunos de los presentes, el hecho no pasó a mayores de milagro. Es que un proyectil y las esquirlas cayeron muy cerca de un asesor del bloque radical.
Según Henn, la denuncia era necesaria “para ponerle un límite a los matones de don Alfredo, a los Don Corleone, que se creen que pueden fijar las reglas de juego en cada lugar que les toque actuar”. “No podemos permitir estos actos de violencias realizados por patoteros. No había empleados de Coto en el lugar. Había patoteros que ni siquiera eran de la provincia de Santa Fe. Eran de la hinchada de Nueva Chicago. Hubo momentos en que los legisladores se sentían coaccionados”, agregó.
El dato en torno a la procedencia de los manifestantes que aportó el dirigente se sumó otro que el miércoles entregó la Asociación Empleados de Comercio. Y es que entre los revoltosos también se encontraban barras de River y Chacarita.
La empresa dijo lo suyo
En tanto, por primera vez desde que se comenzó a debatir el descanso dominical (hace más de un año), desde Coto salieron a hablar públicamente. El que llevó la voz cantante fue Gastón Masini, quien se desempeña como gerente de Relaciones Laborales de la cadena.
La iniciativa que votó la Legislatura provincial señala que deben ser ahora los municipios los que la avalen en cada localidad.
Masini dijo que si en Rosario y la ciudad de Santa Fe se pone en práctica la ley la firma avanzará con todas las herramientas legales posibles para poder desactivar la medida que, según el directivo, “es muy injusta y que fue pensada netamente para perjudicar al supermercadismo”.
Tras eso, el vocero dijo que (siempre en el marco de que la normativa se aplique) los “franqueros” (quienes reemplazan durante la semana a los que se desempeñan los domingos) serán los más perjudicados.
“Por la cantidad de empleados que tenemos de franco durante la semana, tenemos que tomar gente que los reemplace. En las líneas de cajas tenemos que tener los cajeros necesarios para poder atender a nuestros clientes. Los clientes concurren más los fines de semana porque son los días en que tienen más tiempo para hacer las compras. Esa gente es la que se va perder. No podemos sostener los franqueros cuando la provincia entiende que los supermercados deben estar cerrados”, señaló Masini.
Además mencionó que el resto de los empleados “están preocupados por la pérdida de dinero que van a sufrir al no trabajar los domingos”. “Hay chicos que no fueron escuchados a la hora de evaluar todas las situaciones”, agregó.
Según estimaciones del gremio y la empresa, por cada domingo trabajado un empleado de comercios cobra entre 400 y 500 pesos.
Fein quiere una consulta
La intendenta Mónica Fein se refirió al debate que se viene y que promete traer polémica. La mandataria aseguró que respetará la decisión de los ediles, sea cual sea. Pero señaló que su postura es la de convocar a una consulta popular. En su declaración, Fein también se mostró a favor del descanso de los trabajadores pero recordó que Rosario recibe un importante aluvión de turistas los fines de semana, con lo cual dejó abierta la puerta para pensar en “alternativas que puedan equilibrar y compensar” el cierre de algunos negocios los domingos. “Estamos de acuerdo (con el descanso) pero también estamos todos comprometidos a que nadie pierda una fuente de trabajo”, apuntó.
Justifican las suspensiones
Masini, de Coto, también salió a defenderse tras las fuertes críticas que recibió la empresa por las suspensiones. Dijo que las mismas “fueron una medida de previsión”, pero que la empresa acató la conciliación obligatoria que impuso el Ministerio de Trabajo y “todos los empleados que han estado en situación de suspensión están en sus puestos en cada una de las sucursales”.
“Nosotros entendíamos que había que ser previsores, y que estos telegramas de suspensiones eran por los puestos que se iban a perder. Este tema se ha politizado y mediatizado. Entendimos que con las suspensiones de manera previsora teníamos que hacerla con personal que no tuviera carga de familia, que estaba en período de prueba. No afectamos a empleados con antigüedad importante. A esos empleados se apuntó con las suspensiones”, agregó.