El Clásico se va a jugar el jueves 1º de noviembre. Al menos así lo fijó AFA en su cuenta de Twitter hace unos días, aunque no le comunicó oficialmente a los clubes esa decisión. Y el colmo de la desorganización es que aún no se sabe dónde se va a jugar el partido y mucho menos si habrá hinchas.
No hay ninguna duda que ya no se trata de un tema organizativo. Ni tampoco de diferencias entre Central y Newell’s para tratar de sacar alguna ventaja. Ya hay cuestiones políticas en el medio. Muestras de poder de uno y otro lado que lo único que logran es desvirtuar un partido que debería ser una fiesta.
Desde AFA aseguran que el lunes se confirmará el escenario y la hora. Y todo indica que tanto la casa madre del fútbol argentino como Copa Argentina a esta altura prefieren que sea sin hinchas. Un despropósito, mucho más si se tiene en cuenta que ambos clubes junto a los organismos de seguridad de la provincia se habían puesto de acuerdo en jugar en Rosario con sorteo de cancha.
El ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, volvió a la carga y garantizó esa posibilidad, la de vivir el Clásico con ambas hinchadas. “Nosotros trabajamos mucho el fin de semana y habíamos llegado a un acuerdo para estar a la altura de las circunstancias. Queríamos jugarlo en una de las dos canchas por sorteo, el 7 de noviembre a las cinco de la tarde con las dos parcialidades. Habíamos tenido ese punto de encuentro con los dirigentes de los dos clubes”, confirmó Pullaro en el programa Zysman 830, de LT8.
Tanto Pullaro como los directivos de Newell’s y Central se sorprendieron que un día después de haber anunciado este acuerdo para jugar en Rosario, AFA desestimó la situación y publicó con apuro otra fecha, aunque sin poder confirmar el escenario.
“Hace dos días, a través de la red social Twitter nos sorprendió AFA con la decisión de que se juegue el partido en una fecha que no era la acordada”, confió el ministro.
Y enseguida arremetió contra Copa Argentina, que en su momento culpó al gobernador Miguel Lifschitz por no jugar con hinchas, algo que la propia Gobernación desmintió y consideró esos dichos como falaces.
“Habíamos trabajado toda la semana previa con los dos clubes para garantizar estas condiciones porque sabemos lo que significa el fútbol en la ciudad. La Provincia está en condiciones de garantizar el partido”, reafirmó Pullaro.
Y aún no da por perdida la batalla. “Estamos dispuestos a trabajar mucho para que esta disputa deportiva se pueda jugar aquí, con las dificultades que eso tiene. Si el partido no se juega en la provincia de Santa Fe no es responsabilidad ni de Newell’s ni de Central ni del gobierno de la provincia, eso está a la vista”, arremetió.
Lo cierto es que desde AFA y Copa Argentina parecen tener definido que se juegue en Arsenal y sin gente. Lo que sería casi una burla para el Clásico Rosarino.
