El gobernador Antonio Bonfatti presentó una denuncia penal por el delito de sedición contra los policías que participaron de la protesta en demanda de una recomposición salarial, mientras la actividad en la provincia comenzó a normalizarse tras cerrarse el acuerdo.
El mandatario provincial aseguró hoy en declaraciones a la prensa que la protesta judicial «fue lo más duro que nos tocó vivir a los argentinos después de los levantamientos militares ocurridos en los primeros años de democracia».
Asimismo, confirmó que la denuncia por el delito de sedición se efectivizó «ayer al mismo tiempo en que firmé el decreto» que elevó a 8.100 pesos el salario del agente inicial y aclaró que «los policías que participaron del reclamo no tendrán sanciones administrativas, si bien eso no anula el camino de la justicia que hemos elegido».
Bonfatti reiteró que «uno puede aceptar cualquier tipo de diálogo, pero nunca con una pistola en las manos o pinchando cubiertas de los móviles policiales» y destacó que en esto «estamos todos de acuerdo, la Presidenta, sus ministros y los gobernadores».
Antes de que el conflicto se activara en Santa Fe, Bonfatti presentó una denuncia penal contra el «pseudo sindicato» Apropol, integrado por ex policías, y advirtió que ese grupo convocó «a la sublevación» de la fuerza provincial, para que se sumara al reclamo de los uniformados de Córdoba».
En tanto, el fiscal Pablo Saccone ratificó hoy que «siguiendo las instrucciones del gobernador, hicimos una presentación ante el fiscal federal de la ciudad de Santa Fe Walter Rodríguez, poniendo de manifiesto que en el marco de este reclamo policial se habían suscitado hechos que entendíamos excedían el normal marco de reclamo de cualquier trabajador».
El funcionario judicial dijo en declaraciones a LT3 que «no es un hecho menor que personal vestido de civil haya exhibido de armas» frente a la Casa de Gobierno provincial.
Las principales ciudades de la provincia comenzaron hoy a ser patrulladas por policías, mientras la actividad comercial y financiera se normalizó tras cuatro días de protesta policial.
El acuartelamiento de las fuerzas de seguridad no dejó ninguna víctima mortal en la provincia, aunque se produjeron saqueos aislados, y la ausencia de la policía en la calle se suplió con gendarmes que envió el gobierno nacional. Anoche en Rosario se registraron incidentes y enfrentamientos con un saldo de seis personas heridas de bala y un supermercado chino asaltado por un grupo de jóvenes que se trasladaba en motos.